Euskadi, talismán para Toquero

Bilbao

EL Athletic ha vuelto a dominar la convocatoria de la Euskal Selekzioa. José Mari Amorrortu y Mikel Etxarri han convocado a doce jugadores rojiblancos para la cita del sábado entre Euskadi y Perú. Entre la docena de leones que saltarán al césped de San Mamés luciendo la zamarra tricolor hay uno, al menos si se miran las estadísticas, que espera con especial ganas este encuentro reivindicativo, que, a falta de la oficialidad demandada por muchos, se ha convertido en un evento más de las navidades. Ese es Gaizka Toquero, que el año pasado, en la goleada a Bolivia en Anoeta, vio puerta por última vez en un partido de relevancia. El delantero gasteiztarra hizo dos tantos al conjunto dirigido por Xabier Azkargorta, su último doblete desde el que protagonizó en la temporada 2010-11 en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid, dos zarpazos que supusieron la victoria de los bilbainos en un campo que a día de hoy se presenta inexpugnable.

Toquero, que ha vestido en cuatro ocasiones la camiseta de la selección absoluta de Euskadi (ante Bolivia, Estonia, Túnez y Venezuela), llega al encuentro del sábado en alza después de vivir un último año acostumbrado a ver los partidos desde el banquillo del Athletic. La llegada de Ernesto Valverde a Lezama, al menos en los primeros meses de competición, pareció que no iba a modificar el estatus que el 2 adquirió durante la última temporada de Marcelo Bielsa, en la que casi no apareció sobre el terreno de juego más allá de los minutos finales. Solo en la Europa League, con el conjunto rojiblanco ya eliminado de la competición, el técnico argentino le puso de titular. De hecho, su último gol en partido oficial data del 28 de noviembre del año pasado, ante los israelíes del Hapoel K.S., un choque que los rojiblancos ganaron 0-2 después de que tuviera que ser aplazado por los enfrentamientos entre el Ejército de Israel y las milicias palestinas.

En Liga, la sequía goleadora de Toquero se extiende unos meses más. Hay que remontarse a abril de 2012, en la visita del Athletic al Sardinero, para ver la última vez que el delantero gasteiztarra levantó los brazos para celebrar un tanto. Su gol sirvió a los leones para imponerse por la mínima al Racing de Santander. Unos números ante la portería contraria que no son para echar cohetes -esta temporada sus únicos goles han sido en pretemporada, un total de tres, ante el Bermeo y Zaragoza, y durante uno de los parones ligueros en el amistoso frente al Mirandés-, pero que no han impedido que Toquero continúe apareciendo en las alineaciones. La llegada de Kike Sola el pasado verano le puso las cosas un poco más complicadas a uno de los jugadores más queridos por la parroquia rojiblanca, pero a día de hoy, con el de Cascante en el dique seco desde hace tres meses, el 2 rojiblanco suma ya más minutos de juego que el curso pasado -aún sin haber superado el ecuador del campeonato doméstico, casi dobla su participación respecto al último año de Bielsa-. Es más, el propio Ernesto Valverde ha destacado en más de una ocasión las cualidades de juego de Toquero y lo que aporta al equipo cuando está entre los once elegidos, ya sea de inicio o como revulsivo cuando el partido se pone cuesta arriba.

entrega y conexión con la grada La pubalgia que arrastra Aritz Aduriz (el donostiarra lleva siete goles en otras tantas comparecencias con Euskadi y también hizo dos tantos a Bolivia el diciembre pasado) han abierto las puertas de la titularidad a Toquero, que ha encadenado en el once inicial los tres últimos partidos de Liga. Su aportación se ha dejado notar, sobre todo en el triunfo del Athletic ante el Barcelona, donde, una vez más, la entrega del gasteiztarra contagió al resto de sus compañeros y encendió a una grada que siempre conecta con su lehendakari. Algo que todo indica que volverá a ocurrir dentro de cuarenta y ocho horas en la cita de la Euskal Selekzioa.

El propio Gaizka Toquero, en una entrevista publicada por este periódico la víspera del encuentro ante el Barça, hablaba de sus cualidades y de los comentarios que su forma de juego genera entre el público. Y fue claro al respecto. "No hay un jugador que guste a todo el mundo. Habrá gente que piense que soy muy malo, que no soy un jugador de Primera División, pero ya son seis los años y he tenido tres entrenadores distintos. También Muniain o cualquier otro será bueno para unos y malo para otros, pero esto al fin y al cabo es un aspecto más del fútbol", subrayó el delantero rojiblanco, que un año más no faltará a la cita con la selección tricolor, que espera que sea otra vez talismán para él. El sábado saldrá de dudas.