Mourinho pide a la prensa inglesa que le llamen "el hombre feliz"
Mourinho inicia su segunda etapa en el Chelsea y pide a la prensa que le llamen "el hombre feliz"
londres. El portugués José Mourinho fue presentado ayer como técnico del Chelsea y fue fiel a su propio personaje narcisista, jactándose de haber acabado con la hegemonía del Barça, pese a que durante su estancia en el Real Madrid, el equipo azulgrana ganó dos Ligas, una Copa y la Liga de Campeones, eliminando al equipo blanco en semifinales, entre otros títulos. Mou prometió a los aficionados ingleses "estabilidad" en su segunda etapa en Londres.
"Si le he hecho algún daño al fútbol español es porque soy el entrenador que acabó con la hegemonía del Barcelona", señaló el luso en una rueda de prensa en Stamford Bridge, ante más de 200 periodistas, al ser preguntado por las palabras del azulgrana Andrés Iniesta, para quien Mourinho hizo "daño" durante su paso por el Real Madrid.
El técnico portugués sostuvo que obtuvo "lo que quería" en el club blanco (ganar una Liga, Copa y Supercopa de España y lograr "el récord como el mejor equipo en la historia de España", dijo, y aseguró que levantar la Liga de Campeones con los blues no será una "obsesión" para él, dado que ya cuenta con dos en su palmarés, que conquistó con el Oporto (2004) y el Inter (2010).
"La primera decisión que debía tomar era dejar el Real Madrid. Después fue una cuestión de analizar la situación y las posibilidades, hasta que tuve claro que venir aquí era lo mejor para mi felicidad", sostuvo el portugués para explicar su regreso a un club donde los aficionados llevan meses coreando su nombre en las gradas.
La comparecencia de Mourinho sirvió para abrir su segunda etapa al frente del vestuario de Stamford Bridge, donde ya ganó dos Ligas inglesas en su primer periodo como técnico, de 2004 a 2007.
Los medios británicos recordaron ayer la primera rueda de prensa que ofreció el luso en Londres hace nueve años, cuando se declaró un hombre "especial" y se ganó el apodo de The Special One.
Casi una década después, el portugués, de 50 años, aseguró que no ha cambiado su "personalidad" ni su "naturaleza", si bien advirtió de que llega a Londres con una "perspectiva distinta" respecto a su primera etapa en los blues, que comenzó poco después de ganar su primera Champions con el Oporto.
"Si tienen que ponerme un sobrenombre, ahora debería ser The Happy One (El feliz)", dijo Mourinho, que subrayó que su relación con el dueño del club, el magnate ruso Roman Abramovich, nunca fue tan mala como aseguró la prensa británica cuando dejó el club.