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Un héroe llamado Diego López

La expulsión de Nani marca un partido definido con goles de Modric y Ronaldo

Un héroe llamado Diego LópezFOTO: AFP

MANCHESTER UNITED 1-2 REAL MADRID

MANCHESTER UNITED: De Gea; Rafael (Min. 87, Valencia), Ferdinand, Vidic, Evra; Carrick, Cleverley (Min. 73, Rooney); Nani, Welbeck (Min. 81, Young), Giggs; y Van Persie.

REAL MADRID: Diego López; Arbeloa (Min. 59, Modric), Varane, Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Cristiano, Özil (Min. 71, Pepe), Di María (Min. 44, Kaká); e Higuaín.

Goles: 1-0: Min. 48; Ramos, en propia meta. 1-1: Min. 66; Modric. 1-2: Min. 69; Ronaldo.

Árbitro: Cüneyt Çakir, turco. Expulsó a Nani (Min. 56) por una entrada sobre Arbeloa.Amonestó a Arbeloa, Kaká, Pepe, Evra y Carrick .

Incidencias: Encuentro de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en Old Trafford ante unos 65.000 espectadores.

bilbao. El Real Madrid enfiló el rumbo hacia la Décima en Old Trafford, el teatro de los sueños donde precisamente hace un año por estos días, quién lo diría, el Athletic doblegaba al Manchester United en la Europa League con un asombroso despliegue futbolístico. El equipo blanco no estuvo tan sobrado como entonces los muchachos de Marcelo Bielsa y se vieron beneficiados por dos factores que fueron decisivos para la definición del encuentro.

El primero: la expulsión bastante rigurosa del portugués Nani en el minuto 56 por darle una patada a Arbeloa, a quien no vio acercarse en la jugada, una decisión que descompuso al United. El segundo: la excelente actuación del portero Diego López, que hizo olvidar al lesionado Iker Casillas y se convirtió en el auténtico salvavidas del equipo merengue, que concluye así una semana mágica, en la que ha derrotado al Barça en dos ocasiones, se ha clasificado para la final de Copa a su costa y, sobre todo, pasa a los cuartos de final de la Liga de Campeones, derrotando en su cueva al sólido líder de la Premier inglesa.

Hasta el instante en el que el colegiado turco Cüneyt Çakir optó por la expulsión de Nani, y no por otra decisión menos drástica, el United dominaba el marcador y los ritmos del partido. El Madrid tenía muy mala pinta y la suerte que le sonrió después le dio antes la espalda, y de qué manera, pues a los tres minutos de la segunda parte Sergio Ramos remató contra su propia portería logrando un gol de bandera que dejó pasmados a todos los contendientes.

Lejos de reconducir la situación tras el descanso, parecía que el Real Madrid se aprestaba a vivir una larga agonía, pues durante todo el primer acto no supo cómo hacerle daño al United, que especuló con el resultado del encuentro de ida (1-1) resguardando bien sus espaldas, no en vano era el Madrid quien estaba obligado a marcar al menos un gol, y atacando con rapidez y diligencia en cuanto recuperaba la pelota.

Al Real Madrid de Mourinho no le sienta nada bien tener el balón e hilvanar con él jugadas ante rivales de su estatura y con mucho oficio. Eso se lo deja al Barça. En consecuencia, el Manchester evitó en todo momento el contragolpe rival y controló a un gris Cristiano Ronaldo, que volvía al escenario donde escaló hasta la cumbre del fútbol mundial.

Pero la expulsión de Nani transformó el panorama. Había mucho tiempo por delante. El Madrid acorraló al United, pero sin imaginación alguna. Mourinho decidió quitar a un defensa, Arbeloa, y poner a Luka Modric. El cambio surtió un efecto inmediato. Cinco minutos después el croata optó por lo que nadie antes había hecho antes: tirar a puerta desde fuera del área. En un chut soberbio, el balón entró pegado al palo.

El Madrid tomó otro aire y tres minutos después Cristiano Ronaldo aparecía por fin en el escenario reclamando el protagonismo prometido para rubricar el gol de la victoria. Un gol que no celebró por respeto a su antigua afición. Sir Alex Ferguson reaccionó sacando a Rooney, a quien sorprendentemente había dejado en la suplencia. El United no tenía otra y lanzó una desaforada y desesperada ofensiva que descompuso la defensa madridista, pero no a su portero, Diego López, que acabó convertido en el héroe de Old Trafford.