palma. La continuidad del entrenador Joaquín Caparrós en el cargo de director técnico del Mallorca no concita la unanimidad en el consejo de administración del club balear tras los últimos resultados, que han situado al equipo penúltimo en la tabla de clasificaciones.

El Mallorca ha sumado tan solo seis puntos de los últimos 45 disputados en el campeonato liguero.

El consejero alemán Utz Claasen, segundo máximo accionista del Mallorca, ha solicitado públicamente a Caparrós que presente su dimisión "por dignidad".

El entrenador cuenta, por ahora, con el respaldo de Lorenzo Serra Ferrer, quien detenta la mayoría de las acciones y que se ha convertido en su principal aval en el seno del consejo de administración.

Serra Ferrer ha insistido en que mientras tenga capacidad de decisión en el club, Caparrós no se moverá del banquillo, entre otras cuestiones, porque confía en su trabajo y su fichaje fue una apuesta personal suya y del dimitido presidente Jaume Cladera.

Pero, a medida que el equipo se acerca a pasos agigantados a ser farolillo rojo de la clasificación, aumentan las dudas sobre la capacidad de Caparrós para revertir la situación, ya que algunos directivos consideran que su proyecto ha tocado fondo y está agotado.

El técnico ha admitido tras la última derrota (3-2) en el campo del Espanyol que la situación de su equipo es cada día más difícil y ha insistido en que la salvación pasa por "hacerse fuerte en casa".

Algunos consejeros le reprochan varias de las decisiones que Caparrós ha adoptado en los últimos partidos, como la de anunciar con varios días de antelación la titularidad del francés Michael Pereira, pese a admitir tras la derrota ante el Valladolid (3-1) que se había "equivocado" al recurrir a él en la segunda parte. Pereira se defendió en los medios comunicación atacando al técnico y éste le dio la titularidad ante el Espanyol.

Algunas fuentes del club aseguran que la continuidad de Caparrós dependerá de los próximos resultados, tenga o no, el aval de Lorenzo Serra Ferrer.