"A las 21.20 saldré solo al césped"
Mourinho recurre a la demagogia y se ofrece para recibir en solitario el juicio de la afición El Atlético llega pletórico a un derbi que no gana desde el siglo pasado
bilbao. Desde el 30 de octubre de 1999, es decir, en el siglo pasado, hace que el Atlético de Madrid no le gana (1-3) un derbi madrileño. 23 partidos consecutivos sin conseguir doblegar a su gran contrincante doméstico es una espina que tiene clavada muy dentro los seguidores colchoneros. Para colmo, aquella victoria retrotrae recuerdos amargos para sus aficionados, pues al término de aquella temporada el Atlético descendió a Segunda División, circunstancia que sin duda alimentó, y de qué manera, la leyenda del Pupas.
Pero ahora todo es distinto. El equipo del Cholo Simeone reina en la Villa y Corte. Dista en ocho puntos a los vikingos en la tabla clasificatoria, algo que no ocurre desde la campaña 1995-96, la del doblete con Radomir Antic, y además pavoneándose del mejor inicio liguero de toda su historia tras haber cedido solo cinco puntos en trece jornadas y acumular once victorias. O es ahora, o no lo será nunca.
En las jornadas previas al derbi madrileño, Diego Simeone ha potenciado la comunicación entre hinchada y equipo, con entrenamientos a la vista del público para que los jugadores pudieran sentir el calor de su gente y alimentarse del jubilo y buenas vibraciones para rearmarse ante la gran cita.
Del otro lado, todo hermetismo y ambiente lúgubre, consecuencia de la derrota del Real Madrid en el Benito Villamarín frente al Betis el sábado anterior, que deja al conjunto merengue a once puntos del Barça, su gran antagonista, tras haber recibido otras dos derrotas ante rivales menores, como son el Sevilla y el Getafe. Ahora mismo, si alguien puede pararle los pies al gigante blaugrana es el Atlético de Madrid, un asunto imprevisto que ha roto los guiones previamente establecidos.
las tácticas previas La táctica de Simeone en las vísperas ha sido la cargar de energía y optimismo a sus jugadores. Ayer lanzó la traca final enfatizando ante la prensa las virtudes propias. "El fútbol es un todo. La mente, el corazón, el talento. Cuando uno reúne esa características en un jugador y logra tener diez de la misma manera es indestructible. Y a eso apuntamos", dijo el Cholo.
La estrategia de Mourinho, en cambio, ha sido mucho más taimada. Primero trató de tensar sus relaciones con los periodistas y aislar a sus futbolistas. Pero ayer, sin embargo, recobró una de sus mejores estampas, la de the special one que acuñó en su etapa británica, dando un golpe de efecto cargado de demagogia que ha servido para elevar el climax del partido, lanzando un órdago a la afición madridista y ofreciéndose como un cordero pascual.
"Es la vida del fútbol", dijo anoche en rueda de prensa. "Me aplauden y me pitan. Mañana (por hoy) los jugadores salen a calentar a las 21.25, yo saldré a las 21.20 solo. Si me quieren pitar allí estaré a esa hora marcada. Es mi compromiso. Entro solo y quien me quiera pitar que lo haga, tengo muchos años de fútbol como para quedarme afectado para el partido", manifestó, para luego remarcar su rol victimista. "Voy, salgo y después que en el partido que la afición apoye a su equipo, a su Real Madrid y que intenten ayudar a cumplir el objetivo que es ganar el partido", añadió.
Dicho lo cual, Mourinho, que nunca da una puntada sin hilo y madura mucho sus comparecencia ante los medios, discurrió intentando mostrar su lado más humano.
El entrenador portugués descartó la posibilidad de una despedida en caso de derrota. "No me juego nada. Que cada uno haga las valoraciones que quiera, me dan igual. Para mi es un partido para disfrutar", señaló, y centrándose en el duelo ante el Atlético de Madrid, Mourinho espera que el Real Madrid prolongue su racha a su favor de trece años sin perder. "El Atlético encontrará dificultades porque el Real Madrid quiere mantener la racha. Lo único que me juego es mi felicidad".