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El Celtic se atrinchera, aguanta, tira dos veces contra la meta azulgrana ¡y gana!

el barça no halló manera de batir a los escoceses, que jalearon el triunfo como si fuera una final

El Celtic se atrinchera, aguanta, tira dos veces contra la meta azulgrana ¡y gana!EFE

CELTIC DE GLASGOW: Forster; Lustig (Min. 72: Watt), Ambrose, Wilson, Matthews, Commons, Wanyama, Ledley, Mulgrew, Samaras (Min. 79: Kayal) y Miku.

BARCELONA: Valdés; Alves, Bartra (Min. 71: Piqué), Mascherano, Jordi Alba, Song (Min. 71: Cesc), Xavi, Iniesta, Pedro, Messi y Alexis (Min. 65: Villa).

Goles 1-0: Min. 21; Wanyama de cabeza. 2-0: Min. 83; Watt al contragolpe. 2-1: Min. 91; Messi tras un rechace del meta Foster.

Árbitro: Björn Kuipers (Holanda). Motró tarjeta amarilla a Song (min. 13), Miku (min. 41), Jordi Alba (min. 65)

Incidencias: Celtic Park de Glasgow, unos 58.000 espectadores.

glasgow. Dos remates, dos goles. Un córner cabeceado por Wanyama y un pelotazo arriba que culminó Watt le bastaron al Celtic para llevarse un partido en el que jugó a merced del Barcelona, que no pudo sellar su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones y deberá esperar a la próxima jornada.

Hace dos semanas, Jordi Alba apuntilló a este mismo equipo en el tiempo añadido. El fútbol fue entonces justo con el conjunto católico, porque castigó su mezquindad táctica haciéndole caer de la forma más cruel: en el último suspiro. Ayer, en cambio, el antifútbol de los escoceses tuvo un premio tan inmerecido como inesperado.

Porque no hubo ninguna diferencia entre el Celtic del Camp Nou y el que se vio anoche en Glasgow. El equipo de Neil Lennon volvió a cometer sin rubor otro atentado contra el espectáculo futbolístico con una táctica ultradefensiva que, eso sí, volvió a poner contra las cuerdas al todopoderoso Barça.

Pero el Celtic Park jaleaba cada córner conquistado por los suyos, cada fuera de banda provocado en campo contrario, como si fuera el gol que les daba la Champions.

Con todo el equipo pertrechado atrás y renunciando prácticamente a salir a la contra, el Celtic lo confió todo a una jugada de estrategia. Y esa jugada nacida de la nada llegó a los veinte minutos de juego, cuando Wanyama le ganó el salto a Jordi Alba en el segundo palo y cabeceó a gol un saque de esquina.

El Barça que venía avisado tras atragantársele el partido del Camp Nou, atacó mejor que hace quince días y puso cerco a la meta defendida por Forster sin darse un respiro.

Fabricó el suficiente peligro como para vencer. Cuando más exigido parecía el Celtic, el recién ingresado Watts recogió un pelotazo arriba para batir a Valdés a la contra a falta de siete minutos para el final.

El Barça lo siguió intentando hasta el final, pero solo pudo recortar distancias por mediación de Messi.