VILLARREAL: Diego López, Ángel, Gonzalo, Musacchio, Joan Oriol, Cani (Min. 72, Castellani), Bruno Soriano, Borja Valero, Marcos Senna (Min. 89, Marchena), Marco Ruben (Min. 83, Camuñas) y Joselu.
BARCELONA: Víctor Valdés, Puyol, Piqué (Min. 61, Alexis), Mascherano, Abidal, Dani Alves, Busquets, Xavi (Min. 77, Tiago) Adriano (Min. 77, Tello) Cesc y Messi.
Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Comité cántabro). Amonestó por el Villarreal a Musacchio, Marco Ruben, Joan Oriol, Joselu y Gonzalo y por el Barcelona a Dani Alves. Expulsó al segundo entrenador del Villarreal, Igor Tasevski (Min. 21).
Incidencias: El Madrigal, ante 22.000 espectadores.
VILA-REAL. El Barcelona no pasó del empate sin goles en Villarreal y se queda ya a siete puntos del Real Madrid tras un partido en el que su rival encontró el bálsamo de no perder para impulsar su recuperación deportiva. La tropa de Guardiola fue superior en la primera media hora de juego y en los últimos quince minutos del duelo, pero en toda su fase central se vio maniatado por el Villarreal, que jugó con inteligencia y aprovechó sus recursos para al menos sumar un punto ante un rival teóricamente muy superior.
La madeja que tejían los culés obligaba a los locales a correr detrás del balón y, aunque el Barcelona no creó verdaderas ocasiones de peligro, siempre daba la impresión de que el gol estaba más cerca de la portería de Diego López que de la de Valdés. Extraño fue ver fallar a Messi en una vaselina tras un buen pase de Alves que no entró por poco superado el cuarto de hora. Está tónica se mantuvo hasta que el Villarreal se sacudió el dominio del Barça y empezó a ser capaz de retener el balón más tiempo y, sobre todo, de encontrar espacios para inquietar. Un disparo de Senna que desvió Valdés y una contra en la que Ruben lanzó fuera supusieron la réplica.
El cuadro azulgrana tampoco se sintió cómodo en la reanudación por la intensidad defensiva del Villarreal, que le complicaba el control del balón y que trataba de aprovechar el contragolpe para abrir el marcador. Visto el panorama y con la imperiosa necesidad de ganar, el de Santpedor decidió dar entrada al chileno Alexis. Para ello, retiró a un central, Gerard Piqué. La ausencia de efectivos en el banquillo ante tanta lesión -Pedro ni viajó- era evidente. Alves bajó del centro del campo al lateral y Puyol se desplazó al centro, donde desde el principio había jugado Mascherano. Pese a ello, la tónica apenas cambió.
El Barça no mejoró, no se mostró más ofensivo, mientras que el Villarreal, muy concentrado, no le dejaba espacios, consciente de la capacidad del rival para encontrar soluciones cuando más sombrío es el panorama. Pese a todo, el encuentro entró en sus minutos finales con el dominio recuperado por el conjunto culé, que tuvo una gran opción en un remate de Cesc que rebotó en un defensa y se estrelló en el larguero (minuto 78). Tello irrumpió y también se acercó al área amarilla por la banda izquierda, antes de Cesc fallara otro gol en el minuto 86. Guardiola instó a su equipo a "levantarse". "Vamos a luchar hasta el final", trasladó a sus aficionados.