Del Indautxu partió camino a la gloria
Fallece Chus Pereda, el héroe de la Eurocopa de 1964 frente a la URSS y exjugador del Barcelona
bilbao. Miguel Jones se quedó consternado cuando ayer por la mañana se enteró, escuchando la radio, que José María Chus Pereda Ruiz de Teremiño había muerto. "Hablé con él hace unos tres meses para felicitarle por los éxitos del Barça. Pensaba que había superado la enfermedad (cáncer). Quedamos en vernos un día de estos, en otoño", confiesa.
Miguel Jones y Chus Pereda son de la misma quinta. Fueron los futbolistas más jóvenes que formaron parte de aquel Indautxu que estuvo a punto de ascender a Primera División en la temporada 1958-59. Tras aquel éxito, sus vidas deportivas transcurrieron por distintos caminos, no así la personal, que permaneció unida por una amistad eterna.
Porque todos los que recuerdan a Chus Pereda, nacido en Medina de Pomar (Burgos) hace 73 años, caen en la misma: sobre todo lo demás fue un buen hombre. "Era muy alegre", destaca Jones. Y en eso trasciende a su propia leyenda, fraguada en aquel partido frente a la demoníaca Unión Soviética, en el Santiago Bernabéu, ante la expectante mirada del Generalísimo. Pereda formó parte de aquella selección española que ganó la Eurocopa de 1964, anotando el primer gol y centrando el balón con el que Marcelino selló el triunfo (2-1), considerado por razones políticas y sociológicas el más alto logro del deporte en la época franquista.
Pereda comenzó su trayectoria futbolística en el equipo de su pueblo, el Alcázar. En 1954 fichó por el Balmaseda, que estaba en Primera Regional, y al año fue captado por el Indautxu, al tanto de los talentos que el Athletic, a causa de sus particulares señas de identidad, y más por aquel entonces, no podía captar.
Jones emigró al Atlético y Pereda al Real Madrid, donde tan sólo jugó una temporada (1957-58), logrando la única Liga que tiene en su palmarés. A causa de sus diferencias con el entrenador, el argentino Luis Carniglia, el delantero burgalés fue cedido al Valladolid, club con el que ascendió a Primera en 1958. En la temporada siguiente, con 21 años, fue traspasado al Sevilla a cambio del jugador Pepillo, y en 1961 firmó con el Barcelona, el equipo donde desplegó su carrera futbolística durante ocho temporadas y alcanzó la internacionalidad, disputando 15 partidos en los que marcó seis goles.
En 293 encuentros que jugó con la zamarra azulgrana anotó 104 goles, y logró tres títulos, las Copas de 1963 y 1968, y la Copa de Ferias de 1966.
En 1969 fue cedido al Sabadell y en campaña siguiente, en 1970, fue traspasado al Mallorca, donde terminó su carrera futbolística en 1972.
"Fue para mí un padre futbolístico", destaca Ismael Urzaiz en declaraciones a Efe. No en vano Pereda continuó ligado al fútbol centrado sobre todo en los jóvenes. "Me llevó al Mundial sub'19 de Arabia con 17 años, prueba de la confianza que tenía en mí. Lo siento mucho. En mi carrera fue muy importante", enfatiza el exdelantero.
Este periplo lo inició en 1975, año en el que fue designado seleccionador del combinado estatal de categorías inferiores y, a lo largo de veinte años, logró dos campeonatos de Europa Sub'16, y fue subcampeón del Mundo con la Sub'17 y la Sub'20. Tras abandonó el cargo en 1993, aceptó dirigir al Xerez Deportivo. Más tarde acabó convirtiéndose en representante de jugadores.
Chus Pereda hizo público que tenía cáncer el pasado mes de mayo, poco después de que su equipo, el Barça, ganara su cuarta Copa de Europa, en Wembley, ante el Manchester United. Ayer murió en el hospital de Bellvitge (Barcelona) y mañana será enterrado en Medina de Pomar.
Allá tiene previsto acudir Miguel Jones para darle el último adios. Tenían pendiente una cita.
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