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El respaldo de Guardiola a Laporta complica a Rosell

dos demandas por su labor en el barcelona pueden dejar en la ruina al expresidente azulgrana

El respaldo de Guardiola a Laporta complica a RosellEFE

barcelona. Hubo una comida el pasado jueves entre Pep Guardiola, Johan Cruyff y Joan Laporta, que el mismo expresidente del FC Barcelona se ha encargado de confirmar ayer. Dos días después de aquella reunión se desencadenó todo.

En la rueda de prensa posterior a la goleada contra el Atlético de Madrid, el entrenador del Barça, consciente de su enorme influencia sobre los culés, articulaba un discurso de casi tres minutos defendiendo la gestión de Laporta y su antigua directiva y pidiendo a la junta actual que no estreche más el cerco sobre el expresidente.

A Laporta se le viene una buena encima. El próximo viernes termina el plazo para que él y su junta avalen ante la Liga de Fútbol Profesional los 23,2 millones de euros correspondientes a las pérdidas acumuladas por el club al final de su primer mandato.

Jamás pensó que una demanda de un socio anónimo "vinculado a Sandro Rosell (actual presidente azulgrana) y a exnuñistas rabiosos", como él mismo apuntó en su día, acabaría con una sentencia tan contraria a sus intereses económicos.

Esos 23,2 millones de euros deben ser avalados por Laporta y sus siete directivos afines que permanecieron a su lado durante los dos mandatos (Alfons Godall, Jaume Ferrer, Alfonso Castro, Joan Boix, Josep Cubells, Rafael Yuste y Albert Perrín).

En total, tocan a 2,9 millones por cabeza. Si no presentan aval bancario en los próximos cuatro días, el juzgado ordenará el embargo de sus bienes.

Guardiola ya no puede hacer nada para evitar la ejecución de esa sentencia, pero quizá pensó que podría influir para que Rosell recapacitara sobre la conveniencia de seguir adelante con la acción de responsabilidad social contra Laporta y su junta, presentada hace dos meses en un juzgado en cumplimiento a un mandato de los socios adoptado en la asamblea de compromisarios de 2010.

En ella se reclama al expresidente y su equipo directivo los 47,6 millones de euros que supuestamente acumularon en pérdidas durante sus siete años de mandato. Otro revés que le puede costar la ruina a Laporta.

El discurso de Guardiola, que no olvida a quien lo eligió para su actual cargo, ha dividido aún más al barcelonismo, provocando un incendio que puede tener consecuencias devastadoras.