bilbao. La Liga aún no ha comenzado y ya está parada. Ese es el resultado de la reunión que mantuvieron ayer los miembros de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y que sirvió para poco, después de que ambas partes mantuvieran firmes sus posturas con respecto a la crisis económica que está sacudiendo al fútbol estatal. A la reunión, que tuvo lugar en la mañana de ayer en la sede de la LFP, acudieron su presidente, José Luis Astiazaran, mientras que la AFE estuvo representada por miembros de la junta directiva en ausencia de su máximo mandatario, Luis Rubiales, que ayer fue padre y no pudo acudir a la cita.

Las principales diferencias entre unos y otros radican en el espinoso asunto de los impagos que están sufriendo numerosos futbolistas. Así, desde el sindicato de futbolistas se exige un nuevo convenio colectivo que garantice los cobros de los jugadores y que prime la Ley del Deporte por encima de la Ley Concursal, con el fin de que los clubes con deudas no puedan eludirlas aprovechando la interpretación estrictamente mercantil de dicha legislación. "Si la modificación de la Ley Concursal estuviera vigente, el margen de discordia sería mucho menor", señaló ayer el gerente de la AFE, Luis Gil, quien pidió también medidas correctoras de cara al futuro y que todos aquellos clubes que no estén al día con los deportistas se lleven la sanción que conlleva, es decir, "el descenso de la categoría".

La reunión de ayer acabó sin que se llegara a ningún atisbo de acuerdo, sin embargo, y fruto de ello, la AFE decidió no desconvocar la huelga para las dos primeras jornadas del campeonato nacional, al entender que la Liga "no quiere acortar distancias", según señaló Gil, quien añadió que las posturas "están muy distanciadas, más que antes si cabe". Ambas partes buscaban llegar a un acuerdo tras la rueda de prensa del pasado día 11, en la que la AFE anunció una huelga para el inicio de la Liga. Allí, apoyando a sus compañeros de profesión estuvieron más de cien futbolistas entre los que destacó la presencia de numerosos internacionales como Casillas, Puyol, Cazorla, Xabi Alonso o el rojiblanco Fernando Llorente.

disparidad de opiniones La situación, que parece complicarse por momentos, ha dejado prácticamente descartada la disputa de la primera jornada, que en condiciones normales tendría que celebrarse este fin de semana. Bajo esta coyuntura, y aunque ambas partes admiten que seguirán en contacto durante estos días y que el viernes volverán a reunirse con el objetivo de acercar posturas, el propio presidente de la LFP, José Luis Astiazaran, fue el primero en afirmar que ve "imposible" llegar a un acuerdo a estas alturas de la semana. "La AFE ha tensado mucho la cuerda y ha mostrado una mayor dureza en los planteamientos de los que estaba reivindicando en las reuniones que hemos estado llevando a cabo durante dos meses", se quejó Astiazaran, quien calificó la huelga de "absolutamente injustificada" al entender que si Rubiales había afirmado días atrás que "un 80% ya estaba acordado", no era necesario continuar con la huelga.

Diametralmente distintas son las percepciones que se tienen desde el otro lado de la mesa, algo tan habitual como real cada vez que de un conflicto entre partes se trata. "Lo que queremos es garantizar lo pasado y que en el futuro no tengamos que recurrir a ningún fondo de garantía porque se aplique la ley del deporte", explicó Gil, quien no dudó en afirmar también que "hay muchos clubes que son conscientes de que es justo lo que se pide y que no están de acuerdo en que otros se acojan a la Ley Concursal, pero están un colectivo que tienen que defender". Duras declaraciones que sin embargo Astiazaran consiguió relegar a un segundo plano después de asegurar que "es cierto que hay equipos que tienen problemas con sus jugadores por causa de impagos, pero esto solo afecta al 20% de futbolistas, una cifra parecida a la tasa de paro actual en el país, pero al menos ellos tienen trabajo".

En la misma línea se mostró ayer el presidente del Valencia, Manuel Llorente, al afirmar que las peticiones de los futbolistas son "una serie de cúmulos imposibles", aunque sí se mostró partidario de variar la actual Ley Concursal y lamentó la situación de aquellos jugadores "que no perciben sus ingresos en otros clubes".

los jugadores, unidos En distinta onda a la de su presidente se mostró el valencianista Aritz Aduriz, quien señaló ante los medios de comunicación que "en la unión está la fuerza" y que todos los jugadores tienen que ir por el mismo camino, ya que "hay mucha gente que lo está pasando francamente mal". Se había llegado a una situación límite y había que hacer algo", puntualizó el donostiarra.

El centrocampista del Athletic Igor Gabilondo quiso reivindicar y reincidir en la misma idea que su excompañero durante la rueda de prensa ofrecida ayer en Lezama. "Nosotros nunca hemos tenido ese problema, pero se trata de ser solidarios. A cualquiera nos puede pasar en un futuro", afirmó el también donostiarra. Habrá que esperar para ver la evolución de este conflicto que amenaza con paralizar el inicio liguero. Y es que si algo está claro por ahora es que sin acuerdo, no hay fútbol. Por lo menos, este fin de semana.