Los "dragones" echan fuego
El Oporto sorprende con un balance similar al del Real Madrid gracias a Villas-Boas, entrenador que trabajó con Mourinho, y a su goleador Hulk
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DIEZ triunfos y dos empates y una aplastante superioridad sobre su perseguidor es el balance del Oporto, el equipo que mejor arranque presenta en el concierto europeo, semejante al del Real Madrid y un punto mejor que el del Barcelona. Un gol de Falcao le permitió esta última jornada salir airoso del José Alvalade ante el Sporting de Lisboa (1-1), en un choque encendido donde Maicon fue expulsado, al igual que el joven entrenador de los dragones, André Villas-Boas, que denunció la "caza al hombre" sobre el excapitán lisboeta Moutinho. "Fue una persecución, agresiones tras agresiones, pisotones y empujones", dijo.
Pocos auguraban un horizonte tan halagüeño para el Oporto, producto del papel del brasileño Givanildo Vieira de Sousa, alias Hulk, y del técnico Villas-Boas, de sólo 32 años y quien trabajó con José Mourinho en el Inter, Chelsea y en el Estádio do Dragão. El delantero internacional, de 22 años y pretendido ya por el entrenador merengue, se erige en el máximo anotador de la Liga Sagres con 11 goles -y 5 en la Europa League-, respaldado en ataque por el colombiano Radamel Falcao y el luso Silvestre Varela.
Tras la referencia del héroe verde de Marvel se encuentra un joven que con 16 años viajó de Brasil hasta Portugal para probar en varios equipos, pero que fue rechazado por "gordito". Apenado por la negativa, se marchó a buscar mejor suerte en Japón, y allí fue donde desarrolló sus superpoderes. Militó en las filas del Kawasaki Frontale, Consadole Sapporo y, principalmente, en las del Tokyo Verdy, donde creció como un ávido goleador sin piedad que destrozaba las defensas rivales gracias a una potencia animal y un disparo demoledor. En la capital japonesa dio con él el equipo de ojeadores del Oporto, y Pinto da Costa, que no malgasta ni un miserable euro, pagó hasta 5,5 millones de euros por el 50% de la ficha del futbolista, una operación que no fue entendida en el seno de la afición lusa. Con Lisandro como máxima estrella, Hulk tardó en ganarse un sitio en el once, algo que logró cuando, emulando a su ídolo Ronaldo, silenció al Vicente Calderón en un partido de Champions League.
un tridente espectacular Villas-Boas ha exprimido todos los recursos de su plantel: Helton está brillando en la portería, la retaguardia muestra una regularidad formidable y el mediocampo respira clase con Moutinho y Fernando Belluschi en estado de gracia. El tridente compuesto por Hulk, Falcao y Varela ya se encuentra entre los cinco máximos goleadores del campeonato y suma nada menos que 24 dianas -de las 28 del equipo- en 12 partidos, más que ninguno de los otros 15 conjuntos en competición. Es más, el Benfica, segundo clasificado a ocho puntos de distancia, cuenta con el segundo mejor ataque y ha marcado únicamente 20 goles.
Falcao firma siete tantos pero su forma de combinar con los compañeros de la línea ofensiva resulta aún más impresionante, abriendo espacios, pujando por cada balón y con maravillas como el gol de tacón que endosó al Benfica en el incontestable 5-0. Tras quedarse a un único gol de ser el máximo artillero la temporada pasada (hizo 25 por los 26 del benfiquista Cardozo), todo apunta a que esta vez agarrará el doble trofeo, el del título y el del Pichichi particular. Por su parte, Varela es el ejemplo de que a veces retroceder significa tomar impulso: formado en el Sporting de Lisboa, el extremo no gozaba de confianza en el sistema de Paulo Bento. Tras estar cedido en varios clubes, acabó enrolándose en el Estrela da Amadora, donde en la campaña 2008-09 se destapó y atrajo el interés del Oporto. El Estadio del Dragón pronto se echó a sus pies con los ocho goles que rubricó en el último ejercicio y solamente una lesión le privó de estar presente en el Mundial de Sudáfrica. Ahora, con seis tantos en su zurrón, otra dolencia física no le permitió disputar el amistoso entre Portugal y España.
En verdad, todos ellos tienen que agradecer su notable racha a Villas-Boas. Su estreno como entrenador principal no llegó hasta el año pasado, en el Académica de Coimbra, conjunto que decidió ponerse en sus manos cuando iba último clasificado en la tabla, y al que finalmente logró salvar de los puestos de descenso. Además de la Liga, el Oporto tiene en el punto de mira la Liga Europa, competición en la que pisa fuerte y que no conquista desde la temporada 2002-2003, precisamente con Mourinho en el banquillo. Los dragones escupen un fuego en cuya hoguera arde el resto.