Messi: Pichichi, Bota de Oro y pura magia

BILBAO. Leo Messi sumó ayer dos goles más a su expediente de la temporada en Liga, donde totaliza los 34 que le han encumbrado además como Bota de Oro 2009-2010, relevando en el trono de este galardón a Diego Forlán. El argentino alcanza los 47 en el conjunto de todas las competiciones. Unas cifras idénticas a las que firmó Ronaldo en la campaña 1996-97, que le convertían en el mejor atacante barcelonista en un solo ejercicio. No hay límites para el astro, que aspira a coronarse en el Mundial con Argentina.

Sus números goleadores están a la altura de los mejores delanteros de la historia liguera. Creador y finalizador de jugadas, promete vivir durante varios años más en el trono del fútbol planetario. Y lo hará mientras conserve su juego fresco e improvisado, más propio del fútbol callejero que de la especulación y la presión de los futbolistas profesionales. Imparable en el regate, ha dado un increíble paso adelante, ya que ha marcado hasta en sus partidos más grises. Es más, ha sellado siete dobletes y tres hat trick (dos de ellos de manera consecutiva, ante Valencia y Zaragoza) a lo largo de la campaña. Un Pichichi abrumador que ha aparecido cuando el equipo se lo requería, a excepción de la trabada noche de Champions ante el Inter de Mourinho.

Asimismo, Leo Messi es el primer argentino que consigue el trofeo de máximo artillero desde que lo consiguió Mario Alberto Kempes en la temporada 1977-1978, sin contar a Juan Antonio Pizzi, nacionalizado español, que lo consiguió en la campaña 1995-1996. En la escena europea ha dejado por detrás a sobresalientes futbolistas como Di Natale (Udinese) y Drogba (Chelsea), con 29 goles. Luis Suárez, del Ajax, hizo 35 dianas en la Eredivisie, pero el coeficiente de la Liga holandesa es menor.

"os debemos una champions" El éxito no cegó la ambición de Guardiola, sabedor de que al Barça se le ha escurrido una Liga de Campeones que era para él. Así lo corroboró, pese a la felicidad, al término del partido. Comenzó su discurso en el centro del Camp Nou con un "gracias" y lo acabó con un "perdón": "Gracias por ser tan generosos y venir a cada partido, por estar cada día apoyándonos", señaló tras la ovación oportuna. Y continuó: "Os debemos una, el sábado que viene teníamos que estar ahí, en la final", dijo el de Santpedor antes de pasar el micrófono a Xavi Hernandez. Con respecto a sus jugadores, Guardiola no pudo más que rendirse a su tremenda calidad. "Es que estos jugadores son un imperio, son irrepetibles. Hacen fácil lo difícil". El presidente Laporta les aplaudió por su ramillete de triunfos. "Ésta es la consecuencia de un modelo que funciona y que hace que se nos considere el mejor club del mundo. Hay que seguir por el mismo camino", zanjó en su despedida.