LIVERPOOL: Reina, Agger, Kyrgiakos, Carragher (Min. 57, Ayala), Aquilani (Min. 77, Ngog), Gerrard, Benayoun, Maxi (Min. 42, Babel), Mascherano, Lucas Leiva y Kuyt.

CHELSEA: Cech, Ivanovic, Ashley Cole, Terry, Alex, Lampard, Malouda, Drogba, Kalou (Min. 88, Zhirkov) y Anelka (Min. 92, Joe Cole).

Goles: 0-1 Min. 33; Drogba. 0-2: Min. 54; Lampard.

Árbitro: Alan Wiley. Mostró tarjeta amarilla a Mascherano, Ballack y Malouda.

Incidencias: Estadio de Anfield, ante unos 44.000 espectadores.

BILBAO. En Stamford Bridge nadie se acuerda ya de Mourinho, aquél que de Sir tenía -y tiene- bien poco y que llevó al club a dominar la Premier League en 2005 y 2006 pero que no supo rentabilizar sus millonarios fichajes para triunfar en Europa. Cuatro años después el Chelsea está a punto de finiquitar la hegemonía del Manchester United después de su victoria en Anfield frente a un Liverpool sacudido por su fracaso continental y por un futuro más bien negro. Dirigido desde el banquillo por Ancelotti, la entidad blue acaricia su tercera Premier, instaurada bajo esta acepción en 1992, y, globalmente, su cuarto cetro, a falta de que a corto plazo el conjunto presidido desde las alturas por el magnate Abramovich dé el paso que le falta en la Liga de Campeones, donde siempre, inesperadamente, se pega el tortazo, como le ocurrió esta vez ante el Inter.

Tras dos claras ocasiones del italiano Aquilani, la profanación del campo red la lideró Didier Drogba sobre la media de juego en lo que fue ya un monólogo visitante. Un gol que estuvo provocado por una nefasta cesión de Gerrard a Reina que supo aprovechar el marfileño, que anotó a puerta vacía. A partir de ese instante el Chelsea campó a sus anchas, con Salomon Kalou erigiéndose en una pesadilla para Mascherano en banda izquierda y Lampard deseoso de sentenciar. No tardó en hacerlo en la reanudación tras una excelente acción entre el propio Drogba y Anelka. Con todo ya resuelto, las miradas se dirigieron al feudo del Sunderland, donde el Manchester United se impuso por la mínima, con una diana de Nani, y aplazó de momento el alirón del Chelsea, que lo entonaría ganando al Wigan, que nada se juega, en la última jornada. Los diablos rojos, que recibirán en Old Trafford al Stoke City, se encuentran a un punto de distancia, lastre improbable de remontar en semejante tesitura.

Mientras tanto, la despedida de Rafa Benítez -que la próxima temporada entrenará a la Juventus- de la hinchada del Liverpool no pudo ser más triste. Pese a las alegrías que ha vivido durante el ciclo del técnico madrileño, este curso no ha podido ser más negativo para la tropa red. Sólo la consecución de la Europa League podría haber salvado los muebles. Pero tras caer contra el Atlético en la prórroga, para colmo no ha conseguido ni el billete para la próxima edición de la Champions y tiene hasta complicadísimo jugar en la extinta UEFA, plazas que están en manos de Manchester City y Aston Villa. Un poco más, y le da caza hasta el Everton. Prima el color blue.