Dime con quién andas y te diré quién eres, reza el viejo dicho.

Carlos Iturgaiz ya no puede contar en su equipo con rostros profesional y personalmente acreditados como Alfonso Alonso, Borja Sémper o Beatriz Marcos. Tampoco parece que se pueda o se quiera traer del estado a los representante del mejor PP. A cambio, para el inicio de campaña, se trae a Casado y ayer se paseó con Xavier García Albiol, aunque siempre se puede empeorar la cosa con una Cayetana o un Hernando, claro está.

Ayer a Itugaiz se le escuchó incluir una nueva propuesta para estas elecciones: la pena de cárcel para determinados delitos contra la propiedad. Supongo que sabe bien que lo que se elige en estas elecciones es el Parlamento Vasco y, a su través e indirectamente, al Lehendakari. Ni el uno ni el otro tienen competencias que alcancen la legislación penal, que se sepa. Confío en que Iturgaiz también lo sepa, dado que en caso contrario no podrá preguntar a sus nuevos amigos. De Casado, el de la carrera de derecho por el camino real exprés y el máster de rebajas, suele decir el catedrático Pérez Royo que "que no sepa interpretar a las normas jurídicas no sorprende a nadie: es un analfabeto jurídico"; Xavier García Albiol tuvo la decencia de no terminar su carrera de derecho.

Entre estos tres tenores que nos vienen a mostrar el camino del esfuerzo, la excelencia, la innovación y el progreso, no suman una licenciatura en orden y así pasa lo que pasa, que te quieren cambiar el Código Penal desde el Parlamento Vasco. Se oponen a los acuerdos para el desarrollo de las transferencias pendientes, por un lado, y por el otro te inventan competencias más allá de lo contemplado en el actual sistema constitucional español.

Pero hay amistades aún más peligrosas que las de Iturgaiz. En Navarra una peña ha recordado en su pancarta a una persona presa por el asesinato de Tomás Caballero, concejal que fue de la capital. El Parlamento Navarro ha aprobado una resolución con el solo voto en contra de Bildu, incapaz de suscribir esto: "expresar la condena y repulsa ante esta exhibición pública de apología del terrorismo que supone la reivindicación de la figura del asesino de un representante democrático; ratificar el compromiso por lograr la derrota social del legado de la banda terrorista ETA y todo lo que representó su estigma de terror, totalitarismo y dolor; y reiterar el apoyo y solidaridad a los familiares de Tomás Caballero y a todas las víctimas del terrorismo".

Su campaña afirma que con ellos llegan los "nuevos liderazgos" dado que "la vieja política no sirve". Por lo que parece estos nuevos liderazgos siguen sin poder despegarse de sus muy viejas y muy peligrosas amistades.