Miren Gorrotxategi, voz de terciopelo y discurso de granito

Su propia fulgurante carrera comenzó siendo elegida senadora por Bizkaia en los comicios generales de 2015 en los que los morados fueron la fuerza más votada en Euskadi, con 15.000 sufragios más que el PNV y 150.000 por encima de EH Bildu y PSE. En la breve y fallida legislatura de 2019 (de mayo a septiembre), y con unos números más modestos, pasó de la Cámara Alta a la Baja.

Ya por esa época había vivido varias turbulencias en el seno de la sucursal vasca de Podemos, que después de varios giros que escapan a esta semblanza, había caído bajo el control del sector afín a un Iñigo Errejón que tardaría muy poco en ser expulsado de la plataforma que él mismo impulsó. 

Adscrita al pablismo, aparentemente minoritario en Euskadi, en las primarias de cara a las elecciones al Parlamento Vasco de 2020, Gorrotxategi desafió a la corriente oficialista y, contra todos los pronósticos (y no sin despertar algunas suspicacias), consiguió los votos necesarios para ser designada candidata a lehendakari. Ahí se agrandó una herida que, a la postre, ha provocado la imposibilidad de que el 21 de abril haya una lista con Sumar, movimiento copado por los derrotados y posteriormente defenestrados errejonistas de Podemos Ahal Dugu.

Aunque el resultado que obtuvo hace cuatro años no fue para echar cohetes, Elkarrekin Podemos salvó mínimamente los muebles y Miren Gorrotxategi ha tenido la oportunidad de foguearse en la tribuna del Parlamento Vasco y en la sala de prensa como portavoz del cuarto grupo de la cámara, mostrando casi siempre un discurso muy duro de oposición y, salvo excepciones, rehuyendo los acuerdos transversales. El ejemplo más claro de esto último fue el abandono del Pacto Educativo, alegando que la nueva ley que se preparaba inclinaba la balanza hacia los centros privados y concertados en detrimento de los públicos.

Con el punto de mira hacia el PNV

La campaña ha multiplicado la acritud de sus mensajes, casi siempre con el punto de mira dirigido al PNV, cuya salida del gobierno es su propósito prácticamente obsesivo. No hay día en que no llame a las formaciones de izquierdas a pactar para mandar a los jeltzales a la oposición después del 21 de abril. La paradoja es que más de una encuesta vaticina que Elkarrekin Podemos se quedará fuera del Parlamento Vasco y, en consecuencia, no podrá aportar sus escaños a la hipotética alianza contra el partido de Sabin Etxea. 

En contraposición a la aspereza en sus comparecencias públicas, todos sus rivales en la brega política coinciden en destacar que en el plano corto es una persona con la que es fácil sintonizar. Otra cosa es que sea factible convencerla, pues defiende sus convicciones con la firmeza del granito, según confiesan incluso sus compañeras y compañeros de militancia.

Respecto a su vida más allá de la política, Gorrotxategi siempre se ha definido como una persona muy familiar y enamorada del euskera y de su tierra, especialmente de Durangaldea, la comarca en la que nació y en la que sigue viviendo.

Su otra gran pasión es la música coral. Desde hace años integra el coro Bogoroditse de Durango, que cuenta con una trayectoria muy reconocida en el mundo de la interpretación vocal y con la que la candidata ha actuado en numerosas localidades del Estado. El canto le viene también de familia. Uno de sus hermanos es Andeka Gorrotxotagi, considerado por la crítica como el tenor más importante que ha salido de Euskadi en los últimos cincuenta años.