La división del centroderecha constitucionalista, la elevada abstención y la visibilidad que le han reportado los choques violentos con los denominados grupos antifascistas durante los actos de campaña en Euskadi han permitido a Vox colarse por las rendijas de Araba en el Parlamento Vasco. La formación liderada por Santiago Abascal ha cosechado 4.722 votos en este territorio (3,8%) y con esa exigua cantidad de papeletas entrará por primera vez en la Cámara vasca. Será Amaya Martínez la que representará en Gasteiz a la formación ultraderecha en una legislatura que buscará hacerse notar con propuestas exacerbadas y actuaciones llamativas.

Sus resultados han mejorado respecto a las elecciones vascas de 2016, cuando solamente consiguió 771 votos, el 0,07%. En aquel momento, concurrió a las urnas en el territorio alavés, pero no en Bizkaia ni en Gipuzkoa.

Los datos de Vox en el conjunto de la CAV -alrededor de 17.514 votos (1,96%)- han mejorado los de las elecciones anteriores. En Getxo han logrado más de 1.100 votos. Pero la gran esperanza de Vox era Araba, territorio en el que el PP tiene más presencia. Además, la ley electoral vasca, en la que cada provincia reparte 25 escaños, sobrerepresenta a este territorio y el escaño es más barato.

El partido de ultraderecha ha aprovechado este cúmulo de circunstancias y ha impedido que Equo-Berdeak lograra un parlamentario en Araba. La formación liderada por José Ramón Becerra ha logrado 11.598 votos (1,3%) en la CAV, de los que 2.718 votos en Araba, un 2,19%.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, destacó la entrada del partido en el Parlamento Vasco con una representante por la provincia de Araba y defendió que será "una voz que planteará una oposición al autonomismo radical", con una "diputada libre" que no "traicionará" a sus electores con pactos con el nacionalismo. Además insistió en que su formación estará "libre de los pactos y componendas" con partidos como PNV y EH Bildu.

El diputado de Vox y coordinador de las campañas vasca y gallega, Ignacio Garriga, calificó de "heroicidad" su escaño por Araba y garantizó que su representante servirá para "terminar con el silencio" ante el nacionalismo y la izquierda abertzale. "Se abre una nueva época para los vascos, que por fin van a tener una voz contra el nacionalismo, los herederos de ETA y esa izquierda liberticida", afirmó Garriga.

Según el director de campaña de la formación ultra, es "un éxito sin precedentes", a pesar de que "las elecciones ni han sido libres, ni democráticas" por el hostigamiento sufrido "en todos y cada uno" de sus mítines.