"Se nota menos gente mayor de lo normal porque tienen miedo y son factor de riesgo". Esta es la impresión que se respira este mediodía en Indautxuko eskola, en Bilbao, donde la jornada transcurre con decenas de ciudadanos haciendo cola en el patio y cumpliendo las normas de seguridad sin mayores problemas. La excepción, una señora que no acababa de entender para qué necesitaba la mascarilla y algunos apoderados de Ciudadanos y Vox, que permanecían agrupados. "Aunque les hemos llamado la atención, se han juntado, estaban abrazándose... Cada uno sabrá qué es lo correcto", comentaba una representante de la Administración.

Desde este mismo centro tuvieron que remitir a lo largo de la mañana a algunos electores despistados a las mesas instaladas por primera vez, con motivo de la pandemia, en Azkuna Zentroa, donde el goteo de ciudadanos transcurría espaciado, lo mismo que en la sede de SPRI, en la Plaza Bizkaia. "Esta fórmula puede venir para quedarse. Es un lugar accesible, cómodo y con mucha ventilación", comentaban dos apoderadas.

Por lo demás, hubo familias, como Iratxe Carrey y su marido, Ander Ergüin, que acudieron a votar con sus dos hijos y una amiga de estos, tras haber celebrado la noche anterior una fiesta de pijamas. "Venimos a votar con la mascarilla y sin ningún miedo", aseguraron. Tampoco se echó para atrás Lourdes Batarrita, de 71 años, quien ha votado "toda la vida, menos un año que estuve hospitalizada", y hoy acudió a la cita electoral "sin ningún temor". "Dentro está vacío. No sé si vamos a votar cuatro. Igual no sale ni Gobierno", bromeaba.

Lourdes Batarrita: "Siempre que he podido he votado"

Lourdes Batarrita: "Siempre que he podido he votado"

Quien no estaba para muchas risas era Begoña Isasi, quien, recién cumplidos los 18 años en marzo, se ha zambullido en la democracia "de lleno" teniendo que ejercer de segunda vocal en una mesa. "Las amigas me han tomado el pelo. A alguna también le ha tocado, pero de suplente", señalaba con ciertos nervios.