La investigación y la innovación al servicio de la salud es una realidad que está latente en el mundo de la medicina aunque últimamente la velocidad a la que se están desarrollando los adelantos alcanza ritmos vertiginosos donde la tecnología, en continuo cambio y evolución, está impactando en todos los niveles.

Bajo estos cimientos, y con el objetivo de debatir en torno a estas y otras cuestiones, DEIA ha reunido a un nutrido grupo de representantes del sector biosanitario vasco compuesto por María Aguirre, directora de Investigación e Innovación del departamento de Salud del Gobierno vasco; Tatiana Suárez, gerente de Fomento e Investigación, Desarrollo e Innovación de Faes Farma; Joseba Vidorreta, director territorial de Quirónsalud en el País Vasco; María Pascual de Zulueta, directora de Basque Health Cluster; y, Javier Aguirregabiria, director general adjunto de IMQ.

Para romper el hielo, la representante del Sistema Vasco de Salud Pública, María Aguirre, incide en lo que se entiende por innovación tecnológica al servicio de la salud, definiéndolo como una combinación de factores relacionados con la salud en la que se está dando una aceleración y convergencia de tecnologías que está proporcionando la posibilidad de atacar o abordar determinadas cuestiones relacionadas con el conocimiento de las enfermedades y de determinadas condiciones patológicas, así como intervenciones terapéuticas y quirúrgicas que hasta relativamente poco tiempo no podíamos ni siquiera imaginar. Un ejemplo de estos avances es la medicina personalizada. Aguirre llega incluso a hablar de una revolución que, a su juicio, supone una fase muy interesante de la que ha surgido este Encuentro DEIA.

Si bien, Javier Aguirregabiria, de IMQ, está de acuerdo con que la innovación es un motor de avance de la medicina, añade que además de la mencionada revolución tecnológica, se está produciendo también una revolución no tecnológica. Para Aguirregabiria "cualquier conocimiento, avance o iniciativa que se descubre hoy en día se está dando a conocer a la población, siendo rápidamente divulgado y compartido. Esta manera de proceder está llevando a los propios usuarios a demandar cada vez más información , al tiempo que buscan una interactuación. Para el representante del IMQ, esta interacción supone un enorme potencial ya que la globalización en el mundo de la innovación y en el mundo de la salud es un claro ejemplo de lo que es compartir y avanzar, "por que tener salud es el objetivo común de todos los humanos", concluye.

Defensora a ultranza de la aplicación de I+D+i en el negocio de la industria farmacéutica y desde la perspectiva que le otorga su función en Faes Farma, Tatiana Suárez considera cómo la disponibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías y la identificación más cercana al paciente nos está ayudando a dar con las necesidades concretas en determinadas áreas de la salud, una consecución que, a su juicio, pone sobre la mesa la importancia de colaborar entre las diferentes ramas que conforman el sector de la biosanidad.

La gerente de Fomento e Investiación de Faes Farma va más allá y afirma que la recopilación de datos, el denominado BigData y otras nuevas tecnologías nos están obligando a interactuar entre las diferentes áreas de la salud, una situación que para ella resulta enormemente favorecedora. "Nos estamos viendo abocados a interactuar, a hablar y participar en reuniones multidisciplinares entre los distintos agentes del sector, lo que repercute favorablemente en el paciente, pero también resulta ventajoso para conseguir la mayor eficacia de los tratamientos, la reducción de costes, de tiempos?".

Por su parte, María Pascual de Zulueta, de Basque Health Clúster, introduce el concepto nuclear a la hora de valorar la situación que se está dando en torno a la llegada de tecnologías al mundo de la salud. Sobre las puertas que abre el BigData y la recopilación de datos, considera que esa información va a poder aplicarse a multitud de desarrollos, tanto en fármacos como en dispositivos médicos. Insiste, al igual que Tatiana, en la necesidad de colaborar entre todos los agentes para avanzar en nuevos desarrollos.

Preguntados por la existencia de un ecosistema innovador en relación al sector de la salud en Euskadi, los cinco protagonistas del encuentro con DEIA tienen claro que sí. Para la directora del Clúster de Salud de País Vasco, "estamos ante un sector multidisciplinar, tenemos la tecnología, los instrumentales, los clínicos, los bioinformáticos, ingenieros, médicos, farmacéuticos, matemáticos?". Si bien el sistema multidisciplinar está haciendo que los avances se estén desarrollando a gran velocidad, Pascual de Zulueta cree que, "la velocidad va a estar limitada por una regulación muy garantista para proteger al usuario final, al paciente".

El director territorial de Quirónsalud en el País Vasco, reafirma la existencia de un ecosistema innovador y añade que si uno analiza la cadena de valor de sistema sanitario ve que en todos los elementos se está dando hoy en día transformaciones muy importantes. Si hasta el momento se ha hablado de BigData y de tecnologías de la información, Vidorreta resalta la importancia de que estas nuevas herramientas afecten a todos los procesos de la cadena de valor, desde el productivo, usuarios, organizativos?, y añade otra característica, el entorno en el que vivimos. Opina que el País Vasco es una sociedad que además de ser demandante de servicios sanitarios, cuenta con personal capacitado, conocimiento y experiencia en innovación. No hay duda entonces que, "tenemos las bases para pensar en un desarrollo creciente del sector de la salud en Euskadi".

Al dibujar el sistema sanitario vasco, Vidorreta alaba por un lado el potencial del sistema de salud público, resaltando por supuesto el peso de la sanidad privada y de la industria farmacéutica, sin olvidarse tampoco del impulso que realiza el Clúster de Salud del País Vasco y las universidades. No obstante, en su opinión, "aunque contamos con los elementos que nos hacen pensar en nuevas oportunidades, hace falta sentar las bases para que las estructuras y los medios estén al alcance de conseguir los objetivos planteados", corrobora.

Tatiana Suárez corrobora que Euskadi cuenta con los elementos y el ecosistema para que se den grandes avances en el campo de la salud.

En alusión al papel del Ejecutivo vasco por parte de la cabeza visible de Quirónsalud, la directora de investigación del Departamento de Salud del Ejecutivo autonómico menciona el peso del sector de la salud en el RIS3, la Estrategia de Especialización Inteligente Europea, que en palabras de María Aguirre trata de concentrar los recursos de investigación e innovación en determinadas áreas en las que queremos basar nuestra competitividad. Una de ellas es el área de la biociencia de la salud.

El hecho de que la biociencia de salud sea una de las estrategias en las que el País Vasco está volcado quiere decir que Euskadi tiene unas bases y unos elementos que nos va a permitir ir creciendo.

Sobre los distintos campos que conforman el entramado de la biociencia de la salud, Aguirre incluye a las universidades, centros de investigación y tecnológicos, industria farmacéutica, sistemas sanitarios públicos y privados, organismos de apoyo a la innovación... Javier Aguirregabiria, por su parte, se muestra de acuerdo con que hay un gran interés de crecer por parte de todos los integrantes de la cadena de valor del sector sanitario (paciente, industria, mundo educativo, tecnológico, etc) pero añade que la apuesta es aún mayor, al ser un sector capaz de aportar valor y generar riqueza para Euskadi.

"Compartir y colaborar es la manera de conseguir un efecto multiplicador en los avances y logros" puntualiza el director general adjunto de IMQ, a lo que añade que "estamos en el camino, aunque como todo, requiere de una enorme capacidad financiera y apoyo institución y empresarial".vMetidos en materia financiera, Quirónsalud apuesta por las posibilidades de los efectos multiplicadores de los diferentes agentes. Este efecto tractor es muy importante, ya que hay veces que "no es tanto el volumen de los recursos a aportar sino el hecho de que esos recursos lleguen de diferentes agentes implicados en el mismo proyecto". La conversación continua en base al debate sobre el modelo de colaboración y la inversión en Euskadi, a lo que María Aguirre apunta que si bien el peso de la financiación es importante para poder llegar a desarrollar nuevos avances, en ocasiones es más importante el cómo se utiliza esa financiación y para qué. "Tenemos el reto de dar con la forma de trabajar más que con la cantidad de dinero a invertir".

Por parte del Gobierno vasco existe el compromiso de aumentar el presupuesto de I+D un 5%, recalca Aguirre, una medida que ya se está cumpliendo. Junto al peso de la inversión pública, la directora del Clúster añade también la que realizan las empresas privadas, quienes por norma general suelen destinar un porcentaje muy alto a innovación.

Pascual de Zulueta resalta a su vez el valor de la inversión en conocimiento y formación. Bajo este enfoque, pone en conocimiento del resto de los integrantes de la mesa el recién celebrado Foro de Inversión Biociencias Salud Euskadi, una cita que ha superado todas las expectativas tanto de empresas como de inversores especializados en el sector.

La misma ponente se reafirma en la importancia de disponer de inversión especializada, dinero con conocimiento y añade como el recién celebrado foro ha dejado constancia de que las empresas vascas son capaces de atraer a un gran número de inversores.

Sobre el perfil de la empresa biosanitaria vasca, la directora del Clúster la define como muy joven, con tan solo dos décadas, "con ideas maravillosas pero en ocasiones poco conocimiento sobre gestión empresarial o de cómo aplicar el producto o la técnica".

En 2018, el surgimiento de nuevas empresas biosanitarias en Euskadi fue de alrededor de 30, lo que representa otro dato del gran potencial que tiene este sector. Para la directora del Clúster, "a veces nos olvidamos que estamos construyendo un ecosistema que permite que se estén generando estas nuevas empresas".

Además de las inversiones, Tatiana Suárez resalta el valor del personal investigador vasco, con una gran formación. En ello, apunta, ha tenido mucho que ver el Ejecutivo vasco, al dotar a Euskadi de importantes centros de investigación y al contar con la colaboración de los centros de salud públicos.

Bajo esta percepción en clave positiva, Tatiana cree también que es importante mirar hacia lo que nos falta en el País Vasco, que en su opinión es consolidar esa interacción que se está dando entre todos los agentes implicados con proyectos concretos. "Lo importante es consolidar al personal para que el retorno de conocimiento y sabiduría vuelva a Euskadi".

Para conseguirlo, sale al debate el tema de cómo optimizar todas las vías y recursos que tenemos en el País Vasco. Para el representante del Igualatorio Médico Quirúrgico es clave el impulso que se está dando desde las instituciones vascas con el objetivo de ordenar y organizar todo este ecosistema.

Joseba Vidorreta apunta que también es importante marcar la diferencia entre innovación y la investigación, "no podemos olvidar que estamos ante dos conceptos diferentes. Añade que "la investigación tiene su propia estructura y su propia cadena de valor".

Tras lo expuesto hasta el momento, no hay duda de que los cinco expertos están de acuerdo con que el sector biosanitario en Euskadi tiene ante sí un gran potencial de crecimiento, ahora lo importante es, según Vidorreta, "ser capaces de configurar bien la estructura por parte de todos, y saber cuál es el rol de cada uno", algo que en su opinión, "no creo que lo tenemos perfectamente construido".

La representante del Ejecutivo vasco opina como Vidorreta, y señala que hoy en día estamos en proceso de construcción de dicha estructura.

En relación a la juventud del sector biosanitario en Euskadi, la gerente de Fomento e Investigación de Faes Farma aboga por tomar como ejemplo regiones similares a la nuestra. Cita como referente a seguir la zona de Lombardia en Italia, donde la industria biosanitaria representa cerca del 12% del PIB. En Euskadi apenas llegamos al 2%, lo que deja ver el largo recorrido que tenemos por delante.

Si bien resulta un objetivo muy ambicioso, Aguirregabiria cree positivo marcarse retos de tal dimensión. Para Vidorreta, por contra, "si se pasará del 2 al 3% ya me parecía enormemente positivo". Respecto al camino que hay que seguir para conseguir que la apuesta de Euskadi en I+D sea más competitividad, según Tatiana Suárez, cree que tiene que llegar desde casa "con colaboraciones internas y con propio gasto por parte de cada compañía".

Tecnologías aplicadas Avanzando en el terreno de las nuevas tecnologías, y si bien todos los ponentes están de acuerdo en el peso del BigData, la representante del Clúster puntualiza que cada actividad biosanitaria se tiene que apoyar en aquellas herramientas tecnológicas que mejor se adapten a sus necesidades.

Experta en este campo, Pascual de Zulueta hace mención a la salud digital y a las posibilidades que ofrece el BigData. Como ejemplo de ello pone la medicina personaliza, con grandes avances en el campo de la oncología.

Desde el ámbito de la industria farmacéutica, la importancia de los datos está siendo clave. Desde Faes Farma, Tatiana resalta la cantidad ingente de datos que se producen en el recorrido que hace un medicamento hasta que llega al paciente. Pero además de hacer posibles nuevos descubrimientos, el BigData permitir optimizar los datos obtenidos y guardarlos para poder aprovecharlos en otras investigaciones. "Esta información es fundamental para el desarrollo del sector clínico".

Desde el punto de vista del sistema sanitario público vasco, María Aguirre cree que hoy en día todo lo que tenga que ver con los datos, ya sea para gestión sanitaria, gestión clínica y desarrollo e investigación, está siendo vital en el proceso de transformación digital.

La transformación digital es también el objetivo estratégico de IMQ para los próximos 3 años, tanto en su vertiente aseguradora como de prestadores de servicios. Una transformación que en palabras de Aguirregabiria, en IMQ la entendemos como un nuevo modelo de relación con los clientes y pacientes, haciéndoles partícipe y agentes relevante en el cuidado de la salud y de la prevención pero también en la recogida y estructuración de toda esa cantidad de información que se maneja en orden a establecer determinados patrones predictivos de comportamientos y enfermedades, incluso también para conseguir reducir los costes sanitarios y compartir recursos con el único fin de mejorar la salud de la población.

Para el director general de IMQ, esta transformación digital está modificando la manera de relacionarnos y de demandar servicios. "Los hábitos de salud de la población han cambiado, lo que nos lleva a adaptarnos a esos cambios", añade.

María Pascual de Zulueta avanza en otro apartado, al poner sobre la mesa la riqueza de nuestra historia clínica, una afirmación que es reafirmada por la representante del Ejecutivo vasco. Aguirre valora muy alto el sistema de información integrada y de acceso a la información del sistema sanitario público vasco, situándolo entre los mejores de Europa. "Ese gran potencial nos está llevando a enfrentarnos a nuevos retos como, por ejemplo, al mantenimiento de la seguridad de los datos, un tema de máximo interés en el nos estamos iniciando y sobre el que hay que trabajar mucho para encontrar el equilibrio que nos permita avanzar en beneficio de las personas y los pacientes".

Pero en este proceso de transformación digital no hay que dejar a un lado al paciente, por lo que Vidorreta resalta la importancia de la experiencia del usuario. El paciente quiere ser participe y empoderarse de todo el proceso. "En Quirónsalud estamos trabajando en cómo llegar al paciente, en cómo mejorar los procesos que realmente le preocupan cómo la inmediatez en obtener los resultados de las pruebas, la inmediatez de los tratamientos... Por mucha actualización de los sistemas de información, esos temas son lo que más interesa al paciente".

A parte de trabajar en ello, Vidorreta apunta que no sabemos dónde va a terminar todo esto, "ya que dentro de un tiempo puede que este conjunto de atención sanitaria ni tan siquiera se produzca de manera presencial y acabe siendo virtual".

Aguirregabiria se muestra de acuerdo con el director territorial del País Vasco de Quirónsalud y subraya la importancia del factor humanización, que a su juicio, no se puede separar de la cadena de valor. "La empatía y confianza son cuestiones que no pueden desaparecer en el sector de la salud", aclara.

Sobre cómo está respondiendo la población a las nuevas realidades de los servicios sanitarios, más informatizados y digitalizados, los dos representantes de la sanidad privada creen que la respuesta está siendo satisfactoria. El paciente quiere inmediatez y ponerse en manos de profesionales cualificados, a partir de ahí, está claro que el contacto humano no puede desaparecer pero igual no se necesita para todos los trámites. La solicitud de citas a través de la web y la receta electrónica son algunos de los ejemplos a los que hacen mención.

Esta transformación digital abarca a todos los ámbitos, llegando incluso al perfil del profesional clínico. Para la directora del Clúster, "hasta el momento, los profesionales eran diagnosticadores y curadores. El cambio va a llegar ahora, ya que la parte del diagnóstico no va a estar centrada en el clínico, lo van a hacer los sistemas informáticos predictivos. Esa parte va a quedar fuera del ámbito de los facultativos quienes van a dirigir su atención en la parte humana, la que tiene que ver con el acompañamiento al paciente".

El hecho de que los cambios afecten a los profesionales incluye también al mundo de la formación, sobre todo al enfoque que deben impartir los profesionales dentro de las facultades de medicina.

En cuanto a la capacitación de los profesionales del sector biosanitario, los cinco protagonistas se muestran de acuerdo en que están formándose continuamente.

Como conclusión a los temas debatidos durante el encuentro, María Aguirre pone en alza la internacionalización de la empresa vasca, con un posicionamiento muy bueno en Europa. No obstante, puntualiza, "en el ámbito biosanitario tenemos que mejorar", aunque reconoce la existencia de organizaciones, empresas o centros vascos que están muy bien posicionados. En referencia al mismo tema, la directora del Clúster resalta que aparte de la participación de las empresas vascas en programas de I+D+i europeos, hay muchas empresas que nacen ya internacionalizadas, aunque ello no quita para que necesiten todo el apoyo posible a la hora de hacer frente a la regulación vigente.