La patronal vasca ha presentado este lunes su primer diagnóstico sobre igualdad de género en las empresas y el punto de partida ya es un dato revelador: las 265 compañías que han participado en la encuesta cuentan con 20.000 personas en plantilla –entre empleados y dirección–, de las que solo el 26% son mujeres. Del total de empresas, el 49% son industriales, donde ya se sabe que la presencia femenina es escasa, el 43% pertenece al sector servicios y el 8%, a construcción. Una primera conclusión que se puede extraer de este dato es la evidencia de la segregación ocupacional en el mercado laboral vasco.

En los últimos 20 años se ha producido una importante incorporación de la mujer al trabajo remunerado, pero esta ha sido mayoritariamente en sectores asociados a cuidados, educación o sanidad. Se observa también en que, en las empresas de servicios encuestadas, el 35% de la plantilla son mujeres frente al 20% en las industriales. Pero, además, se produce una concentración femenina en puestos administrativos, financieros y de recursos humanos. Por contra, hay una escasa presencia en producción e informática. Y son minoría en los consejos de administración (18%) y en puestos directivos (28%).

El diagnóstico de Confebask también refleja la brecha salarial en las empresas analizadas: los hombres ganan un 9% más (3.160 euros al mes de media frente a 2.903 euros de las mujeres), con diferencias por sectores: 3% más en la industria y 21,5% más en servicios –donde las jornadas parciales son más habituales–. Por tramos salariales, los hombres predominan en los más altos (más de 45.000 euros brutos al año) y las mujeres, en los intermedios y bajos (entre 18.000 euros y 36.000 euros brutos al año).

Informe Gobierno vasco

El Gobierno dio a conocer hace unas semanas un exhaustivo informe con datos relativos a 2023 en el que situó la diferencia salarial entre hombres y mujeres en el mercado laboral vasco en el 12,81% –4.562 euros brutos al año–, cuatro puntos porcentuales menos que el año anterior. Destacó, asimismo, que el 72% de la brecha salarial se produce por la jornada parcial, porque las mujeres trabajan 152 horas menos al año que los hombres.

"Nuestra encuesta recién presentada refleja avances, pero también retos que nos quedan todavía por delante", destacó la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, al valorar las conclusiones del diagnóstico. "Hemos avanzado, pero el ritmo no es suficiente. La igualdad sigue siendo, demasiadas veces, una aspiración más que una realidad", lamentó. Uno de estos avances es que, según el diagnóstico, más de la mitad de las empresas encuestadas dispone de un plan de igualdad, en concreto el 53%. De hecho, un 35% de las que no están obligadas, por tener menos de 50 empleados, tienen uno frente al 13% de las que tienen esa obligación pero todavía no cuentan con él. Otro es que las mujeres ascienden dentro de las organizaciones en mayor proporción que los hombres.

Por contra, entre los desafíos destaca que, aunque la flexibilidad horaria y el teletrabajo van ganando terreno, la jornada partida sigue siendo mayoritaria: 46% frente a un 32% que es continuada y un 22%, flexible. Esto tiene relevancia si pensamos en los cuidados, una carga que siguen asumiendo mayoritariamente las mujeres y que sigue frenando su trayectoria laboral. De hecho, es una parte importante que explica la parcialidad femenina.

Como conclusiones, la patronal vasca destaca la persistencia de desigualdades en la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y, como consecuencia, en las retribuciones. Asimismo, confirma que aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar un liderazgo empresarial equilibrado de género y que los avances en materia de igualdad tienen ritmos muy diferentes dependiendo del tamaño de la empresa. Por ejemplo, las medianas y grandes aplican más medidas de conciliación que las pequeñas.

"Ideología"

"No estamos hablando de 'hacer un lugar' (a las mujeres) en la dirección de las empresas. Estamos hablando de hacer justicia al talento. Y ese talento no tiene género (…) Las direcciones empresariales, quienes lideramos organizaciones, debemos asumir este objetivo como propio, interiorizarlo y situarlo en el centro de nuestras prioridades", indicó Yagüe.

Sin embargo, criticó que "el debate público se ha polarizado y ha perdido foco". "Una vez más , debemos huir de ideologías y centrar la conversación en hechos y resultados concretos. Porque la igualdad no es un eslogan: es un proceso de construcción que necesita espacios seguros de diálogo en toda la sociedad, también en nuestras empresas, donde todas y todos se sientan escuchados e integrados", destacó la presidenta de la patronal vasca.

La jornada en la que se presentó este diagnóstico contó también con la presencia del vicelehendakari y consejero de Economía y Empleo, Mikel Torres, quien fue más allá y habló de la necesidad de “impulsar el liderazgo feminista en la empresa vasca”, no solo por parte de las mujeres, también por parte de los hombres. "Cuando las mujeres tienen igualdad de oportunidades, nuestras empresas son más innovadoras, resilientes y competitivas", defendió.

Torres enumeró los desafíos que quedan en materia de igualdad: una brecha salarial todavía del 12,81%, una parcialidad que afecta mayoritariamente a las mujeres y la persistencia de los llamados techos de cristal que dificultan el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad. Habría que mencionar también la segregación ocupacional como otro reto importante –uno de los proyectos del Plan de Industria es atraer mujeres al sector–. El vicelehendakari llamó a no conformarse con los avances conseguidos "mientras el talento femenino siga infrarrepresentado en los consejos de administración o la conciliación siga recayendo mayoritariamente sobre las mujeres".

Y abogó por "la discriminación positiva como vía para superar desigualdades históricas", al tiempo que defendió las cuotas como una necesidad. "Sin cuotas no hay cambio posible, o este sería muy lento", señaló Torres.