El nuevo empleo es y será verde. Y de eso llevan dándose cuenta en Aclima desde hace años. Conocen cómo identificar y responder a las necesidades de talento de las empresas del sector medioambiental y de las generadas entre sectores industriales, para su adaptación a las exigencias que trae consigo el paso hacia la transición ecológica. Como bien explica Xabier Caño, presidente del clúster ambiental, “también nos está dando la capacidad de identificar retos, descubrir y difundir el significado y el valor del empleo verde y conocer y acercarnos a los agentes con los que estamos trabajando en formación, empleo e innovación. Siempre de la mano de las empresas, donde residen las necesidades de oportunidades de empleo, esencia para ofrecer respuestas, avanzar y establecer vías de colaboración”.
Por ello, para Aclima, la clave está en las alianzas con las entidades que confían en su labor y que consideran tanto a sus empresas como al sector medioambiental como motor para la generación de valor en el empleo, en el desarrollo económico y territorial.
Así, el clúster se posiciona como el punto de referencia para el talento verde y, por ello, impulsa su estrategia de gestión del talento con el despliegue de acciones para la atracción de talento y para la fidelización y refuerzo del actual. En este sentido es bueno mencionar todo lo que se hace desde Aclima Talent y las distintas áreas de trabajo que componen este programa: Green Jobs, Green Training, Green Jobs Sarea y Green Observatory. Todas ellas con el objetivo común de conectar el talento en el sector medioambiental del País Vasco.
Una carrera profesional de futuro
La generación de empleo en los sectores medioambientales ha cobrado una importancia significativa en los últimos años, impulsada por la creciente conciencia global sobre la sostenibilidad, el cambio climático y la necesidad de proteger nuestro planeta mientras se sigue desarrollando la economía (pero desde un plano sostenible). Y es que estos sectores no solo contribuyen a la conservación del medio ambiente, sino que también representan una fuente importante de oportunidades laborales para diferentes perfiles profesionales que casi van naciendo cada día de manera vertiginosa.
La demanda de expertos en instalación, mantenimiento y gestión de estas tecnologías ha aumentado considerablemente. Además, el sector de la gestión de residuos y el reciclaje ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años; también en Euskadi. La necesidad de reducir la cantidad de residuos que llega a los vertederos y promover la economía circular ha llevado a la creación de empleos en recolección, clasificación, procesamiento y reutilización y valorización de todos esos desechos.
Este sector requiere personal capacitado en técnicas de recuperación de recursos, así como en educación ambiental para fomentar prácticas responsables en la comunidad. Por su parte, la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas también ha generado oportunidades laborales en áreas como la protección de áreas naturales, la investigación ecológica, la educación ambiental y el turismo sostenible. Los parques nacionales, reservas naturales y proyectos de restauración ecológica necesitan profesionales especializados en biología, ecología, gestión ambiental y turismo responsable, creando así empleos que además promueven el desarrollo local y el bienestar comunitario.
Y, por último (de especial importancia en el siglo en el que vivimos) es el caso de la innovación tecnológica y la digitalización, que están jugando un papel clave en la expansión de estos sectores. La implementación de soluciones inteligentes para monitoreo ambiental, gestión de recursos y eficiencia energética requiere profesionales en tecnología, análisis de datos y desarrollo de software, abriendo nuevas oportunidades.
En resumen, los sectores medioambientales no solo son fundamentales para la protección del planeta, sino que también representan una fuente creciente de empleo en diversas áreas. La inversión en estas industrias no solo ayuda a mitigar los efectos del cambio climático y la degradación ambiental, sino que también impulsa el crecimiento económico y la creación de empleos sostenibles.
La tendencia apunta a que, en el futuro cercano y no tan lejano, estos sectores seguirán expandiéndose y creciendo, ofreciendo nuevas oportunidades para quienes deseen contribuir a un mundo desarrollado y creciente, pero más verde y saludable.