El dinero en efectivo, el medio de pago más común en el Estado, se convierte en la alternativa en situaciones de emergencia como el apagón eléctrico masivo del pasado 28 de abril o ante un posible ciberataque o caídas de los sistemas informáticos o de la red que impidan los pagos con tarjetas. Los últimos datos del Banco de España constatan la tendencia cada vez más evidente del uso creciente de los pagos digitales y una disminución del uso del efectivo, sin embargo, el dinero en metálico sigue siendo el medio de pago más común.

En el Estado, en 2024, más de la mitad de las transacciones en establecimientos físicos se realizaron en efectivo, el 57 %; además, la plataforma Denaria asegura que las retiradas de dinero en los cajeros recuperaron niveles previos a la pandemia.

Aun así, según los datos del supervisor, casi seis de cada diez consumidores declara que su método de pago preferente en comercios es la tarjeta, frente al 26% de los consumidores que prefiere pagar en efectivo. Eso explica que el pasado lunes, durante el apagón, el efectivo se convirtiera en un bien codiciado y la alternativa cuando los pagos con tarjeta ya no eran posibles porque los datáfonos o terminales de punto de venta (TPV) dejaron de funcionar.

En una situación normal, las principales ventajas que los consumidores asocian con el uso del efectivo son el anonimato y la privacidad, pero en emergencias pasa a ser mucho más apreciado porque se posiciona como la opción de pago más viable para adquirir productos y servicios básicos.

Millones de personas no pudieron realizar pagos digitales el pasado lunes por el colapso de las redes eléctricas y de telecomunicaciones, que afectaron a terminales de punto de venta, aplicaciones móviles y cajeros automáticos.

Las compras a través de sistemas de pagos electrónicos se redujeron ese día un 55 %, lo que se traduce en 400 millones de euros, como avanzó el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

Aunque el apagón eléctrico pueda parecer un hecho puntual, lo cierto es que, en anteriores ocasiones, los pagos electrónicos también se han visto afectados durante horas por la caída de internet o de la red de pagos, dejando la opción de completar las compras solo a quienes disponían de dinero físico.

Una reserva de dinero

Desde Denaria, la plataforma que defiende el uso del efectivo, se aconseja disponer siempre de una pequeña reserva de dinero en metálico, como medida de prevención.

Al mismo tiempo, insta a las autoridades competentes a garantizar el acceso al efectivo mediante una red sólida y distribuida de cajeros, con cobertura suficiente para toda la ciudadanía. “La reciente caída del sistema ha puesto de manifiesto, como ya venimos advirtiendo desde hace años, que el mundo digital tiene evidentes fragilidades”, argumentan. Denaria recuerda también que el uso del dinero físico es un derecho ciudadano amparado por la legislación vigente.

El efectivo, defienden, no es una reliquia del pasado, sino una necesidad estratégica para garantizar el funcionamiento de la economía y los derechos fundamentales en cualquier circunstancia. También recuerdan que la aparición de los ascensores no supuso la desaparición de las escaleras.