El sindicato ELA ha convocado una manifestación el 16 de noviembre en Bilbao para exigir a las instituciones vascas una reforma fiscal que "aumente de manera notable los impuestos al capital y a la riqueza", así como un cambio del modelo impositivo actual para que sea "más justo".

La movilización ha sido anunciada en una comparecencia en la sede del sindicato en Bilbao por el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, la responsable de Acción Social, Leire Gallego, y el responsable del Gabinete de Estudios, Aitor Murgia, quienes han presentado también el informe sobre fiscalidad en Euskadi y Navarra y sus propuestas para un sistema fiscal "justo".

En sus respectivas intervenciones, los tres responsables sindicales han demandado que las próximas reformas fiscales que se lleven a cabo en Euskadi contemplen un aumento de los impuestos al capital y a las rentas altas puesto que, tal y como han subrayado, con el actual modelo "se recauda poco, de forma injusta y el fraude fiscal está a la orden del día".

Esas tres conclusiones les llevan a afirmar que es "la clase trabajadora de Euskadi la que sostiene el sistema fiscal", ya que, tal y como ha denunciado Lakunza, hoy día, "las empresas vascas solo pagan un 9% de sus beneficios en el Impuesto de Sociedades, cuando deberían pagar un 25%".

Consecuencia de ello, ha proseguido, es que las diputaciones vascas recaudaron por este concepto "500 millones menos que en 2007, pese a que los beneficios empresariales se han disparado desde entonces".

Por el contrario, ha subrayado Lakuntza, "las rentas de trabajo aportan hoy a las diputaciones vascas 2.500 millones más que en ese año 2007, sin olvidar, ha recalcado, que "los impuestos regresivos como el IVA suponen una gran fuente de recaudación y son una carga para la clase trabajadora".

El análisis del sindicato recogido en su informe concluye en este sentido que el Impuesto de Sociedades 2007 suponía un 3% del PIB vasco en 2007, y, si se mantuviera ese porcentaje, hoy se recaudarían 1.145 millones en el País Vasco, y otros 305 en Navarra.

En este punto, Lakuntza ha criticado a los diputados generales de los tres territorios porque, "cuando afirman que la reforma no debe perjudicar a la competitividad de las empresas, lo que quieren decir es que no les van a subir los impuestos para que sigan aumentando sus beneficios". "Además, la prioridad de la política fiscal debe ser la distribución de la riqueza, y no la competitividad de las empresas", ha enfatizado.

En este sentido ha incidido también Aitor Murgia, quien ha expuesto que es la clase trabajadora la que sostiene el sistema fiscal ya que, según el análisis del sindicato, "mientras las empresas aportan cada vez menos, las rentas de trabajo recaudan siete de cada diez euros de los impuestos directos".   

MENOR PRESIÓN FISCAL QUE EUROPA

Murgia ha advertido de que el peso que tiene la recaudación sobre la economía (la presión fiscal) está muy por debajo de la media europea, ya que, en Euskadi se recauda el 32,8% de la riqueza producida anualmente y en Navarra, el 33,7%; mientras que la media europea es del 40,2%.

Tal y como ha recalcado, "si se aplicara en Euskadi y Navarra la presión fiscal europea, las arcas públicas ingresarían al año 6.417 millones de euros más en el País Vasco y 2.023 millones más en Navarra".

Murgia ha defendido la necesidad de "inspeccionar, de una vez por todas, todas las rentas no salariales, porque la falta de inspección incentiva el fraude".

De hecho, tal y como denuncia ELA, los empresarios "declaran a las diputaciones que ganan 9.400 euros anuales menos que las personas asalariadas", a lo que hay que añadir que, según los datos oficiales, "seis de cada diez empresas vascas declara tener pérdidas o beneficios inferiores a 6.000 euros".

En concreto, ha incidido Murgia, en el ejercicio 2021 en Euskadi, último dato disponible, "el 46% del total de empresas y sociedades que tributaron el impuesto de sociedades declararon pérdidas y otro 17,9% que su beneficio era inferior a los citados 6.000 euros".

Tal y como precisan en el informe, "no se trata de fraude ni de elusión fiscal, sino de que el sistema está configurado para que las empresas puedan pagar únicamente un euro de cada 10 obtenidos como beneficio" lo que supone, concluye el estudio, "que pagan mucho menos que las personas trabajadoras asalariadas".   

PROPUESTAS DE ELA

Con esta fotografía, Leire Gallego ha trasladado las propuestas en materia de político fiscal que demanda el sindicato, que pasa, en primer lugar, por "un cambio radical de dicha política fiscal".

Para ello, se debe modificar el IRPF para aumentar los tipos impositivos a las rentas altas, aumentar los tramos y eliminar la tarifa que se aplica a las rentas del ahorro, que es mucho más baja.

Asimismo, plantea que las empresas paguen por el Impuesto de Sociedades al menos el 25% de su beneficio contable. También propone modificar el Impuesto de Patrimonio (entre otras medidas, duplicar la tarifa; y establecer un recargo específico entre el 1 y el 10%).

Gallego ha reiterado que "las diputaciones forales vascas y el Gobierno de Navarra vienen aplicando una política fiscal injusta, insolidaria y permisiva con el fraude fiscal que cometen las rentas no salariales".

Por todo ello, y ante lo que desde ELA consideran "el momento decisivo previo a las reformas fiscales, el sindicato ha decidido manifestarse tanto en Bilbao (13 de noviembre) como en Pamplona (13 de diciembre) para "exigir unos presupuestos sociales y una reforma fiscal justa".   

LLAMAMIENTO A DIPUTACIONES

Por otro lado, Lakuntza ha aludido a las reformas fiscales en las que trabajan las tres diputaciones vascas con las que, a su juicio, "pretenden cerrar el debate que se desató en plena pandemia cuando se alcanzó un supuesto consenso para hacer pagar más impuestos al capital, a la riqueza y a los beneficios de las empresas".

Sin embargo, pasado el tiempo, ha lamentado, "los responsables políticos de Euskadi y Navarra no han tomado ninguna medida en ese sentido, y está por ver qué proponen en las próximas semanas".

En este punto, ha calificado como especialmente "preocupante" que, a lo que ha calificado "regresiva política fiscal de PNV y PSE" se haya unido ahora "la preocupación por lo sucedido en las ponencias de las diputaciones, especialmente en Gipuzkoa, donde EH Bildu ha alcanzado un acuerdo con ambos partidos".

A su juicio, con este acuerdo "se da por buena la política fiscal actual y se renuncia a cambiar la estructura de un modelo que recauda poco, y de forma injusta".

Para Lakuntza, "con este tipo de acuerdos, se produce por parte de la izquierda un abandono de la política redistributiva, una renuncia a disputar la riqueza generada y a recaudar más recursos para la mejora de los servicios públicos, además de cargar sobre la clase trabajadora la mayor parte de los impuestos".

Por este motivo, ELA ha anunciado que va a pedir diferentes reuniones con representantes del Gobierno Vasco y las tres diputaciones forales, así como de los partidos políticos.