La preocupación social por la energía se ha incrementado con fuerza en los últimos años. Los altos precios de la electricidad, junto con la necesidad de lograr una mayor sostenibilidad medioambiental han despertado el interés por el autoconsumo de energía fotovoltaica a través de paneles solares. Estas placas empiezan a ganar, tímidamente, presencia en los tejados de polígonos industriales, pero van a un ritmo mucho más lento en los edificios de viviendas por razones que abarcan, principalmente, el desconocimiento, las inversiones a realizar o los trámites administrativos. No obstante, tanto Euskadi como Navarra no están mal posicionadas en lo que se refiere a instalaciones, según los datos, lo que induce a pensar que en los próximos años aumentará el interés por esta vía de abastecimiento.

Un informe de Aldea Energy, una compañía energética española que busca promover el establecimiento de la energía solar en comunidades vecinales, muestra al Principado de Asturias a la cabeza del autoconsumo colectivo, con 3.242 puntos de suministros, seguido, muy de cerca, por Catalunya (3.209). A continuación, aparecen Comunidad Valenciana (2.318), Navarra (1.748), Euskadi (1.567) y Madrid (1.556). Asimismo, según el mismo documento, en lo que se refiere al índice de penetración, Navarra es la primera, con una ratio del 0,41%; mientras que Euskadi es tercera, con un 0,11%. 

Hasta el momento, se está dando un ritmo muy desigual en el Estado en todo lo que concierne a la instalación y también a la regulación. Los datos del informe “sugieren que no existe una correlación directa entre la cantidad de horas solares y la instalación de sistemas de autoconsumo colectivo”. Es decir, que no necesariamente las comunidades meridionales, aquellas que disponen de más horas de Sol por su clima más caluroso, son las que más apostando por esta vía de suministro. Por municipios, pese a que las principales ciudades españolas, como Madrid, Barcelona y Sevilla tienen “un número significativamente más elevado” de suministros activos en comparación con ciudades más pequeñas, la primera es Oviedo, con 3.206, mientras que Crevillente y Cáceres se posicionan en cuarto y quinto lugar lugares destacados en la clasificación de suministros adheridos a un autoconsumo colectivo por municipio. ¿Cuál es la razon? En las ciudades más pequeñas, es proporcionalmente más fácil alcanzar un porcentaje más elevado de cobertura de autoconsumo si se compara con los de mayor tamaño. 

“Esto se debe a varios factores, incluyendo la extensión del municipio, el número de cubiertas disponibles para instalar paneles solares y la potencia óptima necesaria para satisfacer las necesidades energéticas de toda la comunidad”, subraya el informe de Aldea Energy, que cita asimismo como ejemplo el caso del municipio guipuzcoano de Orexa, de poco más de 100 habitantes, y cuyo ratio de suministros adheridos al autoconsumo colectivo es del 67,1%, el más alto del Estado. La de este municipio de Tolosaldea fue la primera comunidad energética creada en Gipuzkoa. Se constituyó en octubre de 2021 y sus placas solares ya permiten abastecer a sus habitantes de alrededor de tres cuartas partes de la energía que demanda la población, tanto para fines domésticos como económicos. 

Pese al avance en instalaciones, lo cierto es que las dudas y el desconocimiento imperan en toda esta materia. El informe ‘Radiografía del Autoconsumo en España 2024’, elaborado por la instaladora Sotysolar, destaca que, mientras que las zonas del noreste del Estado (Catalunya y Baleares) y las de centro y sur (Andalucía) son las que más clientes actuales de placas solares tienen (8%), el norte centro (Euskadi y Navarra) es la que menos, con un 2%. Eso sí, el porcentaje de clientes potenciales que están pensando en disponer de esta tecnología (22%) es el más elevado de todas las zonas recogidas en la encuesta junto con Canarias, con un 37%.

Además, en lo que se refiere al conocimiento, los parámetros se repiten, con el espacio del norte centro a la cabeza de quienes dicen estar muy poco o nada informados sobre el autoconsumo (47,5%). En general, según el documento, predomina la percepción de que “es un proceso complejo, caro o demasiado burocrático”. “El conocimiento sobre autoconsumo y placas solares, instalaciones tradicionalmente vinculadas en el ámbito residencial a las viviendas unifamiliares, es considerablemente mayor entre los propietarios de casas o chalets, 31,3%”, subraya el informe, que destaca que “la gran mayoría de instalaciones se han realizado en casas y tienen menos de cuatro años”. 

El ahorro económico y la reducción del consumo de electricidad son los motivos con mayor capacidad de movilización, junto con los vinculados a la sostenibilidad medioambiental y la independencia energética. El informe de la empresa instaladora de placas solares apunta que “tres de cada diez usuarios de este tipo de energía han visto reducida su factura de luz entre un 51% y un 75%, con un alto grado de satisfacción”. En cualquier caso, en un panorama donde la energía va a ser un factor económico y también político sujeto a múltiples influencias externas, el autoabastecimiento va a atraer cada vez más interés.