La inflación vuelve a tocar el bolsillo de las familias vascas a las puertas de la habitual subida de precios en el verano. El IPC de Euskadi subió cuatro décimas en mayo y se sitúo en el 3,9% interanual. Es el dato más alto desde abril de 2023, cuando los precios se situaron en el 4,2%. Los precios se sitúan en máximos de un año justo cuando llega el periodo de las vacaciones.
El repunte del recibo de la luz respecto a hacer un año y el menor descenso de los carburantes explican en gran medida la evolución. Pero además la cesta de la compra sigue encareciéndose. De modo que la subida afecta a productos básicos que forman parte del gasto diario de los hogares.
Alimentación y energía
Según los datos que acaba de hacer públicos el Instituto Nacional de Estadística (INE), el grupo de consumo que más ha aumentado sus precios en lo que va de año es precisamente Alimentación (5,6%), tras subir dos décimas en mayo. A poca distancia, Vivienda, electricidad y combustibles ha repuntado un 5,4% interanual y un 1,3% mensual.
El INE también ha confirmado el dato adelantado del conjunto del Estado, 3,6% tras subir tres décimas en el mes de mayo. Solo Galicia (4%) tiene precios más altos que Euskadi. Y si se analiza el entorno, el IPC vasco es cuatro décimas más elevado que el Nafarroa, Cantabria y Castilla-León.
Tres meses sin tregua
Con el dato de mayo los precios encadenan tres meses de subidas en Euskadi y en lo que va de año la subida llega al 2,7%. Bajando al detalle de la cesta de la compra, el aceite sigue siendo el producto que más se encarece respecto a hace un año, con un repunte del 51,9%, aunque cede algo respecto al 55,7% de abril. Algo similar ocurre con la fruta, cuyos precios crecieron un 14% frente al 17,7% del mes precedente. En cambio, el pescado pisa el acelerador y sube un 6,3% (casi el doble que en abril), muy lejos por ejemplo de la carne de vacuno (3,7%). La subida media de la carne supera el 4%, con especial protagonismo del cordero.
El incremento de la alimentación tiene por tanto origen en productos que las familias consumen casi a diario y pese a que la evolución ha sido más moderada en mayo, el desgaste de los últimos meses empieza a pasar factura a los hogares vascos. Sobre todo aquellos en los que viven personas que no ha renovado sus sueldos en función del IPC.
Inflación subyacente
A nivel estatal, el IPC de mayo llega con otra mala noticia. La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) subió una décima en mayo, hasta el 3%, tasa seis décimas inferior al IPC general. De este modo, se rompe la tendencia a la baja que mantenía desde agosto de 2023. La dinámica es similar en el conjunto de Europa y cabe recordar que el Banco Central Europeo está vigilando precisamente en la inflación subyacente para decidir si baja los tipos de interés o los mantiene invariables los próximos meses.
Una cuestión clave en otro frente de la economía familiar, la evolución de las hipotecas. Tras el recorte de un cuarto de punto de este mes en el precio del dinero, los analistas prevén uno o dos descensos adicionales este año después del verano. Todo depende de la evolución de la subyacente.