El ingeniero getxoztarra Jaime Galaz, que se describe como un “apasionado de la innovación y las nuevas tecnologías”, lidera desde hace un año los avances de Tamoin hacia la completa digitalización. Está convencido de “que el futuro de la innovación pasa por mejorar la eficiencia energética”. Sostiene que no tiene sentido “una producción más eficiente si el consumo sigue siendo ineficiente”.

¿Qué objetivos se ha marcado en la transformación digital de Tamoin?

-En primer lugar que la información se transmita de forma más ágil entre nosotros y nuestros clientes y proveedores. Para ello estamos inmersos en varios procesos de digitalización de la información desde la fuente misma de los datos en la obra. Incluyen la incorporación de equipos móviles para obra, como tablets y sensores, y de plataformas digitales, tanto para el uso en cuanto al ingreso de datos, como para la transmisión de información. En segundo lugar, queremos ser capaces de generar conocimiento a través de los datos y la información que manejamos, a través de cuadros de mando e indicadores que se generen en automático; y que este conocimiento se traduzca en mejoras o eficiencias operativas.

Además, claro, de la salvaguarda de ese conocimiento tanto a nivel de protección de la información como de ciberseguridad. Esto permitirá ofrecer nuestros servicios de forma más segura, trazable y eficiente.

¿Cuáles son los proyectos más innovadores en los que participa la empresa?

-Actualmente estamos inmersos en dos grandes proyectos de Transformación Digital del Negocio. Uno es el proyecto Aramis, en el cual estamos desarrollando una innovadora plataforma digital que nos va a permitir aprovechar toda nuestra experiencia operativa desde hace años y generar conocimiento sobre los activos en el mundo eólico. Y el otro es el proyecto Aguila, en el cual estamos digitalizando el proceso de inspección de cubiertas y a su vez generando un estándar de defectología, combinado con un proceso innovador en cuanto a detección y procesamiento de estos defectos, así como de su tratamiento posterior. Por otro lado, estamos desarrollando una gran cantidad de proyectos más pequeños en los que el objetivo es transformar digitalmente pequeñas partes del proceso productivo, añadiendo a su vez una capa de informes en Power BI que nos permite visualizar la información en tiempo real y, en última instancia, tomar decisiones más rápidas y acertadas.

¿Qué importancia se concede a la innovación y la mejora continua en el Grupo GTM?

-La innovación y la mejora continua en el Grupo GTM tienen una importancia vital. En 2018 se creó el departamento de Mejora Continua dentro de Tamoin y desde entonces no ha hecho más que crecer en recursos y proyectos realizados dentro de la empresa. En 2020 el departamento se movió a Grupo GTM y, por lo tanto, empezamos a trabajar sobre todas las sociedades del grupo. Actualmente ya se ha convertido en un proceso en sí mismo, no solo en un departamento o varias personas dedicadas a ello. En mi opinión, este proceso es el que está permitiendo a los negocios internos transformarse y generar un mayor valor. Por ejemplo, gracias a esta mentalidad innovadora que se ha impregnado en la empresa, desde Tamoin hemos diseñado y fabricado soluciones comerciales como el NEST (Elevador Autónomo Portátil) o la Envolvente Ignífuga Disco de Freno, pensadas para dar solución a problemas cotidianos relevantes de nuestros clientes.

¿Cuáles son a su juicio las soluciones energéticas más trascendentes en un futuro inmediato? 

-Las soluciones energéticas más importantes que deberían producirse próximamente son el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía. Esto es esencial para poder aprovechar al máximo la energía generada a partir de fuentes renovables, que generalmente son intermitentes, como es la energía del sol o la del viento, y por lo tanto poder potenciar aún más el uso e instalación de este tipo de energías. Y, por supuesto, la eficiencia energética: si no se combina la mejora en la producción y almacenamiento de energía limpia con la reducción de los consumos innecesarios o derroches energéticos que se producen masivamente en todo el mundo, difícilmente conseguiremos el objetivo de reducir las emisiones de carbono o las de gases de efecto invernadero

¿En qué punto se encuentran y qué capacidad tienen proyectos innovadores como Nautilus en los participa Tamoin?

-El proyecto Nautilus nació gracias a la creación de una start-up y de la unión de varias empresas vascas, en las que una de ellas fue Tamoin. Esto permitió aunar conocimiento de distintas áreas de la ingeniería y que, lo que era una idea innovadora, se acabase desarrollando y convirtiendo en un producto de test real, y que en un futuro cercano se convierta una solución puntera y eficiente para utilizar en la generación de energía eólica flotante. Además, Tamoin actualmente participa en varios proyectos innovadores, como el H2SALT o el BEROA+, que refuerzan nuestra apuesta por la participación y liderazgo en proyectos I+D+i, tanto Hazitek como PERTE, en los que prestamos nuestros servicios en la ingeniería y construcción de plantas de última tecnología, como producción de H2 verde, fabricación de e-fuels o proyectos de economía circular.

Se están desarrollando sistemas de producción, acumulación y distribución de energía verde ¿A qué escenario nos conducen?

-La mayor innovación o transformación se producirá cuando se llegue a controlar de forma estable la fusión nuclear como proceso de generación de energía. Sin embargo, como todavía estamos lejos de llegar a ese punto, en mi opinión, las innovaciones actuales nos llevarán a un punto en el que las administraciones públicas deberán transitar hacia potenciar la generación de energía renovable, y tendrán que legislar o impulsar la generación distribuida, por ejemplo, a través de facilitar la implantación de placas solares o minieólica en los hogares, y claro, también tendrán entonces que introducir tecnologías de Smart grid en sus sistemas de electrificación para hacer este reto una realidad

¿Están preparadas las industrias para ese escenario?

-Es un escenario complejo, que se compone de muchas patas y que muchas de ellas están interconectadas. Pero creo que es una transformación que debemos y que podemos hacer como sociedad.