La evolución tecnológica y sociológica marca el futuro del mundo del trabajo. La digitalización, con aristas como la robotización y la Inteligencia Artificial (IA), está influyendo ya en muchas profesiones. “No está claro que a quien va a afectar más la IA, porque antes se podía sospechar que iba a hacerlo a quien tuviese menos formación. Pero esas diferencias se van a diluir, porque la AI sabe hacer de todo. Y luego está la robotización, que está teniendo impactos ya mismo”, explica José Luis Álvarez, de la Universidad de Navarra, que defiende un modelo de formación “verdaderamente capacitante”, que tenga en cuenta sobre todo la empleabilidad.

“Uno de los efectos de la digitalización es la reducción de puestos de trabajo, como se está viendo en sectores como la banca y el comercio. La desaparición del pequeño comercio va a provocar cambios drásticos a nivel urbano”, alerta Joaquín Arriola, de la UPV/EHU. “El trabajo no va a desaparecer, lo que va a cambiar es el tipo de trabajos. La industria va a seguir siendo fundamental, pero en los servicios se va producir un vuelco, especialmente en todas las necesidades que va a surgir por una población que cada vez va a estar más envejecida”, añade.

La semana laboral de cuatro días es otro debate que está cobrando fuerza, con diferentes visiones acerca del mismo. “Es algo en lo que se puede avanzar, pero siempre dependiendo de la tecnología y de que se produzca un aumento de la productividad”, dice Álvarez.

CONVOCATORIAS

Los sindicatos de Euskadi y Nafarroa han llamado a los trabajadores a llenar las calles en la mañana de hoy entre apelaciones a la huelga y la lucha sindical como vía para conseguir logros laborales y sociales y la exigencia de incrementos salariales que aseguren el mantenimiento del poder adquisitivo. ELA reunirá a sus militantes en Bilbao e Iruñea; LAB se manifestará en las capitales vascas y navarra, Eibar, Baiona y Maule; y UGT y CCOO marcharán juntos en la capital vizcaina, Gasteiz, Donostia e Iruñea, además de desarrollar su gran marcha central en Madrid bajo el lema ‘Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios’.