El banco suizo Credit Suisse, adquirido por su rival UBS, informó hoy de que en el primer trimestre de 2023 sufrió una masiva reducción de depósitos por valor de 67.000 millones de francos (68.300 millones de euros) debido a las importantes retiradas durante su crisis, que casi le lleva a la quiebra.

En su informe trimestral publicado hoy, el banco admitió que la reducción de liquidez "fue especialmente aguda en los días inmediatamente anteriores y posteriores al anuncio de la fusión" (con UBS).

"Se estabilizaron a niveles mucho más bajos, pero a día de hoy la situación no se ha revertido todavía", admitió la entidad de Zúrich, que en 2022 ya había sufrido una salida de liquidez de 123.200 millones de francos (125.000 millones de euros) que contribuyó a una enorme crisis de confianza que le abocó a la venta a UBS.