El Banco Mundial (BM) adelantó ayer lunes que va a subir las previsiones de crecimiento mundial para este año tres décimas, al 2%, gracias a las mejores perspectivas para China tras el final de los bloqueos por la pandemia. “Es una revisión al alza y se debe en parte a las mejores perspectivas en China después de que levantaron el bloqueo”, indicó el presidente de la institución, David Malpass, durante la inauguración de las reuniones de primavera del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tras el fin de la política cero covid, se espera que China crezca el 5,1% este año, ocho décimas más que la cifra estimada el pasado mes de enero. La subida de la previsión de crecimiento mundial también se debe a que “a las economías avanzadas les está yendo un poco mejor de lo que parecía en enero” y, por ejemplo, en Estados Unidos y Europa “se ha mantenido el consumo mejor de lo que se esperaba”, detalló Malpass. Sin embargo, precisó el presidente del BM, se espera “una actividad más lenta en la segunda mitad de 2023”. En los próximos meses podría verse una subida del precio del petróleo, señaló, y hay que observar también de cerca “el desafío del cambio en la percepción de la salud bancaria”, tras las quiebras de varias entidades.
Malpass inauguró ayer lunes, junto con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, las reuniones de primavera en la que participarán ministros y directivos de instituciones financieras para discutir sobre el estado de la economía mundial y los principales retos futuros. Georgieva advirtió de que, tras tiempos de “escalar una montaña tras otra” –con el covid, la guerra de Ucrania y la inflación– en los que la mayoría de países han demostrado ser “escaladores resistentes”, el terreno montañoso no ha acabado. Para los próximos cinco años se espera un crecimiento global de en torno al 3%, el pronóstico de alza a medio plazo más bajo desde 1990 y un dato muy por debajo del promedio de las últimas dos décadas, el 3,8%. “Esto hará más complicado reducir la pobreza, curar la economía de las heridas de la crisis y proveer de nuevas y mejores oportunidades a todos”, subrayó.
Casi todas las principales economías mundiales tendrán una disminución en su tasa de crecimiento. Solo se salvarán potencias asiáticas como China o la India, que representarán la mitad del crecimiento mundial en 2023. La eurozona y Estados Unidos se enfrentan a “una subida más empinada”, ya que las tasas de interés van a pesar sobre la demanda. Con el objetivo de enfriar la economía y bajar las tasas de inflación, la Reserva Federal estadounidense ha llevado a cabo desde marzo de 2022 una serie de subidas en los tipos de interés. Un total de nueve alzas hasta situarse en una horquilla de entre el 4,75% y el 5%, la tasa más alta en los últimos 16 años. Por su parte, el Banco Central Europeo ha subido los tipos en seis ocasiones desde julio de 2022 y hoy se sitúan en el 3,5%, la tasa más alta desde 2008.