El Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria puso este sábado fin a su semana de movilizaciones con una gran manifestación en Bilbao en la que advirtieron de que seguirán con la “lucha” hasta que, entre otras cuestiones, se garanticen pensiones mínimas de 1.080 euros, cuestión en la que también interpelaron a los gobiernos vasco y navarro.

Los pensionistas han desarrollado, entre otras iniciativas, un encierro-ayuno en un local de Bilbao para reclamar pensiones “públicas, dignas, justas, suficientes y de 1.080 euros”. En la movilización de ayer, tras una pancarta en la que se podía leer el lema 'Recortes de pensiones no-1.080 pensión mínima', se lanzaron consignas en favor de las pensiones y contra la brecha salarial.

Con el apoyo de miles de pensionistas de toda Euskadi y de diversos puntos del Estado, la marcha, que arrancó a mediodía desde las inmediaciones de la Plaza Moyúa, finalizó frente al Ayuntamiento de la capital vizcaina, donde se leyó un comunicado en el que sus portavoces resaltaron que el Movimiento “sigue vivo y fuerte”. Tras reivindicar que una pensión mínima de 1.080 euros en 14 pagas es “un ingreso básico para que un pensionista pueda acceder a una vida digna en su vejez”, aseguraron que ello es también “responsabilidad de los gobiernos e instituciones vascas y navarras”.

Asimismo, censuraron que “reforma tras reforma” ven cómo se reducen sus pensiones de tal forma que pese a la subida del 8,5%, un total de 167.943 pensionistas en Euskadi y 51.358 en Nafarroa cobran menos de 1.080 euros. En esta línea, aseguraron que el recientemente aprobado decreto ley de reforma de las pensiones sigue sin garantizar una pensión mínima de 1.080 euros, algo que “tampoco hacen los Gobiernos vasco y navarro”. “A pesar de los aspectos positivos que contiene, el decreto ley es parte de un proceso de reformas que está recortando pensiones y derechos a los pensionistas”, alertaron, al tiempo que han defendido que reformas como la de 2011 deberían haber sido derogadas.

A su juicio, “ésta no es la reforma que desde hace más de cinco años” vienen reclamando en las calles y subrayaron que seguirán con la “lucha” hasta que, entre otras cuestiones, los Gobiernos de Euskadi y Nafarroa complementen las pensiones hasta los 1.080 euros.

Derogar los recortes de las reformas de pensiones, recuperar la pérdida de poder adquisitivo de salarios y pensiones restableciendo la paga compensatoria de las pensiones, así como aplicar medidas para erradicar la brecha de género o derogar los coeficientes reductores de la jubilación anticipada con 40 años cotizados son también elementos de su tabla reivindicativa.

Cálculos

Este viernes, tras acabar el ayuno que habían celebrado una treintena de pensionistas en un local de Bilbao, los representantes del colectivo subrayaron que la reforma de las pensiones aprobada por Gobierno, CCOO y UGT no es la que reclaman “desde hace cinco años” sino “humo y una tomadura de pelo”. Tal y como detalló uno de los representantes del Movimiento, Jesús Mari Soubies, según los cálculos del propio Gobierno, un jubilado actual de 65 años, cuya pensión mínima está ahora en 743 euros, en 2027 cobrará 873 euros. Igualmente, una viuda de 65 años o una persona con una discapacidad del 65%, que perciben ahora 783 euros, en 2027 recibirán como pensión mínima 920 euros, lejos de los 1.080 que reclaman. Estas cuantías “no llegan ni a humo ni a calderilla”, en estos momentos en que la subida de los precios de energía o alimentos se usan para “incrementar los beneficios de los oligopolios” mientras “mayores, pensionistas y personas en general ven cómo empeoran sus condiciones de vida”.