Los principales bancos españoles ingresaron 22.453 millones de euros en concepto de márgenes netos de interés y comisiones netas en los nueve primeros meses, lo que supone un 6,01% más respecto al mismo periodo de 2021. Se trata de las dos partidas que previsiblemente serán gravadas por el nuevo impuesto temporal planteado por el Gobierno para limitar los “beneficios extraordinarios” que las entidades estarían consiguiendo ante la subida de tipos de interés. Cabe destacar que, actualmente, la proposición de ley presentada en el Congreso por los dos socios del Ejecutivo, PSOE y Unidas Podemos, se encuentra en trámite parlamentario.

De aprobarse en el Parlamento con la actual configuración, el impuesto gravaría durante 2023 y 2024 los márgenes netos de interés y comisiones netas que las entidades obtengan en España con un tipo del 4,8%. Además, se aplicaría sobre aquellos bancos cuyos ingresos en España superen los 800 millones de euros. Esta medida, anunciada a principios de julio por el Gobierno, cogió por sorpresa al sector, que se apresuró a cargar contra la misma y a defender que la actual subida de tipos que está aplicando el Banco Central Europeo (BCE) no son unos beneficios extraordinarios, sino que se trata de una normalización de la senda de tipos de interés.

Igualmente, el sector ha esgrimido que su rentabilidad todavía se mantiene por debajo del coste de capital y que esta subida de tipos lo que va a permitir es “recuperar” parte de esa rentabilidad que no ha podido obtener por los diez años de tipos a cero o negativos. De hecho, la semana pasada, durante la presentación de resultados del tercer trimestre, el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, señalaba que su entidad había conseguido elevar la rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) al 8% –por encima del objetivo del 6% contemplado en el plan estratégico que el banco presentó en 2021 y que se extenderá hasta 2023–, pero que, sin embargo, permanecía por debajo del coste de capital, lo que podría dificultar la financiación de los bancos.

Asimismo, algunos de los principales bancos españoles han protestado contra el baremo de los 800 millones de euros en cifra de negocio para aplicar la medida, algo que consideran que distorsiona la competencia, tal y como sostuvo el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, en una entrevista realizada por KPMG Tendencias.

No obstante, el propio González-Bueno reconocía que esperaba que el impuesto se apruebe en el Parlamento e igualmente defendió que se aplique sobre todas las entidades, sin hacer distinciones por baremos de facturación. En julio, Scope Ratings recogía que CaixaBank sería el banco que recibiría el mayor impacto en sus cuentas, con más de 400 millones de euros en 2023, seguido por Santander, con 300 millones, BBVA (250 millones de euros) y Sabadell (algo menos de 200 millones de euros).

Esto es así porque CaixaBank es el banco con mayor volumen de márgenes netos de intereses y comisiones netas en España. En total, hasta septiembre, obtuvo 7.250 millones de euros por ambos conceptos (4.471 millones de euros de márgenes y 2.779 millones por comisiones netas), un 11,4% más. Santander ingresó en España en torno a 5.300 millones de euros por márgenes y comisiones, un 2,0% más, mientras que BBVA contabilizó un 2,3% más por estos dos conceptos durante los nueve primeros meses del año, hasta 4.330 millones de euros.

Sabadell ha obtenido un 3,1% más, hasta los 2.890 millones de euros. Por su parte, Bankinter ha contabilizado 1.518 millones de euros por márgenes de interés y comisiones netas, un 8,6% más, si bien se contabilizan las obtenidas en todas las geografías del grupo, y no solo en España. Por último, Unicaja Banco ha ingresado 1.159 millones de euros a través de márgenes netos de interés y comisiones netas, lo que supone un incremento del 0,9%. El Gobierno anunció este impuesto como parte de un plan para paliar los efectos de la elevada inflación sobre la población.