El ruido que ha condicionado la actividad del Puerto de Bilbao durante varios años de conflicto y desencuentro dejó ayer jueves paso a un nuevo ciclo. La Autoridad Portuaria, con su presidente, Ricardo Barkala, al frente, las compañías de estiba agrupadas en Bilbaoestiba CPE, el sindicato mayoritario Coordinadora y UGT cortaron la cinta que abre un escenario el que gran parte de los agentes de la principal vía de exportación de Euskadi apuestan por un salto de calidad en el comercio exterior.

Tras firmar justo antes del verano el convenio del sector, los protagonistas de la actividad portuaria se comprometen en garantizar “estabilidad, paz social y competitividad” a los clientes. Fue en un acto con cierta solemnidad.

El sector enterró por fin el paraguas tras un periodo en el que la lluvia ha caído de todos los colores –desde sirimiri a granizo– y en el que, de alguna forma, el presidente del Puerto se ha visto atrapado en medio de un conflicto laboral sin margen para buscar una salida y enganchado a una disputa con demasiadas aristas.

Tal vez por ello, fue Barkala el encargado de ponerle rostro al optimismo. El presidente de la Autoridad Portuaria subrayó que la “estabilidad temporal” que aporta el acuerdo es “un hecho inédito en la historia del Puerto de Bilbao”. Un convenio que da seis años de tregua en un conflicto que roza lo perenne es una buena noticia para la dársena vizcaina. Cambia la dinámica y el “anterior hecho diferenciador negativo se ha convertido en un referente positivo y distintivo”.

AMPLIO CONSENSO

En la comparecencia conjunta ante representantes institucionales y empresas, los firmantes del acuerdo explicaron el alcance del convenio de la estiba, firmado el pasado mes de junio, que pone fin a la “crispación, la desconfianza y el desencuentro”, y abre una etapa de “agilidad, eficiencia, productividad y garantía de servicio”.

El acuerdo, respaldado por el 75% de la representación sindical (ELA y LAB no se han sumado) incluye, entre otros aspectos, salarios congelados durante tres años –la mitad del periodo que abarca el acuerdo– para los 400 estibadores que trabajan en el Puerto de Bilbao.

Desde el principal sindicato del sector, Coordinadora, Iñaki Urueña, destacó que conseguir ese acuerdo ha conllevado “un proceso largo y muy duro”, y tras reconocer que ha habido cesiones por todas las partes, hizo hincapié en que el acuerdo “apuesta por el futuro, la estabilidad, la responsabilidad y la profesionalidad”.

Israel Ruiz, de UGT, admitió que la negociación fue “complicada”, pero que se consiguió “superar el bloqueo y ahora hay un clima de confianza entre empresarios y trabajadores”.

Desde la patronal, la presidenta del consejo de administración de Bilbaoestiba CPE, Elvira Gallego, también alimentó el optimismo y argumentó que el convenio contribuye a ofrecer “solvencia, continuidad y previsibilidad para los clientes actuales y futuros”.

Sobre el posicionamiento contrario de ELA y LAB, Barkala subrayó que “hace falta valentía para dar un paso adelante” y tras apuntar que “quizás les ha movido un cálculo electoral”, ha concluido con un “se han equivocado”.

Desde la patronal de la estiba, Elvira Gallego, quiso apelar a la “responsabilidad sindical” y a la “altura de miras” y ha destacado que el acuerdo “ha rebajado las pretensiones iniciales de todos”.