La extensión del periodo de cálculo desde 15 hasta 25 años ha supuesto la reducción de la pensión inicial media de un 5%, pero una ampliación desde 25 hasta 35 años provocaría una disminución adicional del 8,2%, según un estudio publicado ayer por el Banco de España. Si se toma como referencia la pensión media en el Estado, 1.251 euros, los pensionistas que accedan al sistema dispondrían de 100 euros mensuales de poder adquisitivo respecto a los que ya cobran la prestación. Todo ello sin tener en cuenta que al primera pensión ya supone un recorte del 20% respecto al último salario.

El Ministro de Seguridad Sociales, José Luis Escrivá, ha admitido esta semana que el Gobierno ampliará el periodo de cálculo, pero asegura que no se alcanzarán los 35 años. Se trata en cualquier caso de una cifra que está presente en el debate sobre el futuro de las pensiones.

El Banco de España, que toma las pensiones de 2019, señala que simultanear la ampliación del período de cálculo a 35 años con el descarte de los años más desfavorables para determinar la base reguladora permitiría suavizar la caída de la pensión inicial media, al tiempo que reduciría la heterogeneidad de las pensiones. No obstante, la desigualdad caería en menor medida que si se restringiera el periodo de cálculo a los 35 anteriores a la pensión. El informe apunta a que tomar en consideración los 29 años más favorables dentro de los 35 años previos a la jubilación arrojaría una pensión media similar (-0,1%) a la resultante de tomar en cuenta los 25 años anteriores a la jubilación.

Además, el organismo considera que esta forma de determinar la base reguladora produciría, en promedio, un incremento de la prestación inicial de las pensiones que se sitúan por debajo de la mediana (con respecto de un escenario en el que la base reguladora se calcula a partir de los 25 años anteriores a la jubilación) y una caída de la prestación inicial para las pensiones en el cuarto cuartil de la distribución –las más altas–. “Ampliar el periodo de cálculo tendría un impacto heterogéneo entre pensionistas. En particular, el efecto sería menor para las pensiones por debajo de la mediana, lo que redundaría en una menor desigualdad”, destaca el organismo. Según se desprende del estudio, el efecto marginal de ampliar un año el periodo de cálculo sería creciente en el número de años computados. Por ejemplo, entre 15 y 25 años, un año adicional del periodo de cálculo disminuiría en media la pensión inicial un 0,5%, mientras que, entre 25 y 35 años, dicha reducción media aumentaría hasta un 0,9%.

Impacto por género

Los hombres, los más afectados

Comportamiento heterogéneo. El informe del Banco de España sobre pensiones hecho público ayer destaca que, bajo el cambio en la pensión inicial media señalado, fruto de los distintos periodos de cálculo de la base reguladora, subyace una alta heterogeneidad según las distintas características de los trabajadores y de su pensión. En términos de género, la extensión del periodo de cálculo afectaría a la pensión media inicial de las mujeres y de los hombres de una forma similar, si bien el efecto negativo es algo mayor para las mujeres en el caso de la extensión de 15 a 25 años, y algo superior para los hombres en el supuesto de una ampliación de 25 a 35 años.