El euríbor, el indicador más utilizado para el cálculo de los créditos hipotecarios a tipo variable en España, cerraba el viernes al 1,483%. Su mayor nivel diario desde marzo de 2012 y, con esta subida, el índice registra una media mensual provisional del 1,18% e indica que agosto cerrará con una media superior al 1,2%. Esta escalada supondrá en septiembre un incremento mensual de 130 euros en las hipotecas medias de 150.000 euros a 25 años, es decir, un incremento anual de 1.560 euros.

“Seguro que cerraremos agosto rompiendo la barrera del 1%. Se está descontando que el mes que viene habrá una nueva subida de 0,5 puntos porque hay un consenso muy claro de que la inflación no se está controlando a pesar de esta bajada de los precios del petróleo”, señala Antonio Gallardo, responsable de Estudios de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin).

Esta subida del euríbor, que vuelve a calentarse tras conocerse que la inflación volvió a repuntar en la eurozona hasta el nivel récord del 8,9%, suma ya un nivel medio en lo que llevamos de agosto que se acerca al 1,1% y “los pronósticos más consensuados indican que vamos a cerrar el próximo año con un euríbor entre el 2% y el 2,5%”, explicaba Gallardo. Las previsiones de Bankinter también vaticinan un cierre del próximo año del 2,2%. Por lo que se prevé que tenga un impacto significativo en las hipotecas variables.

Préstamos variables

Este tipo de préstamos suben o bajan el importe de las cuotas mensuales en función de un índice de referencia (normalmente el euríbor). Según el último informe de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), a finales de 2021, España contaba 5,5 millones de hipotecas vivas y tres cuartas partes (4,1 millones) tenían un interés variable. Se estima que alrededor del 90% de préstamos variables están vinculados al euríbor a 12 meses. Esto significa que periódicamente se recalculan las cuotas en función de cómo haya cambiado el índice desde la última revisión.

Según cálculos de Asufin, para una hipoteca media, de 150.000 euros a 25 años, que tenga que ser revisada el próximo mes de septiembre y con un diferencial de euríbor de más del 1%, la subida ascendería a 130 euros mensuales, lo que representa un incremento anual de 1.560 euros. Y si la cuantía del préstamo hipotecario asciende a los 300.000 euros, con las mismas condiciones de plazo y tipo de interés, la subida en la cuota mensual será de 222,31 euros, por lo que pasará de pagar 896,52 al mes a 1.118,83 euros. En este caso, el incremento anual sería de 2.667,72 euros, según el portal iAhorro.

Menos concesiones

Gallardo también considera que en los próximos meses los precios inmobiliarios tenderán a moderarse y que la concesión de nuevas hipotecas irá yendo a menos, aunque sin grandes caídas.

La subida de las hipotecas se aceleró notablemente en julio cuando comenzó la subida del euríbor. Ese mes, el tipo medio al que las entidades españolas concedieron créditos se situó en el 1,986%, el porcentaje más alto desde junio de 2019. Y todo apunta, por supuesto, a que agosto traerá otro nuevo repunte. Hace un año, el tipo medio era del 1,485%.

Esta tendencia ascendente del euríbor ha llevado a las entidades financieras a modificar su estrategia para hacer menos atractivos sus préstamos a tipo fijo, encareciendo sus intereses, con el objetivo de derivar a los nuevos clientes hacia hipotecas variables.

Así, los nuevos préstamos son más caros, pero los ya hipotecados tampoco se van a librar de esta subida. De hecho, quienes se enfrentaron a la revisión anual de su hipoteca en julio ya vieron su cuota mensual encarecida de forma notable.

Y este encarecimiento de la hipoteca se suma al del precio de la luz y al de la cesta de la compra y ahoga nuevamente a las familias que ya hacen frente a una inflación por encima del 10%. l