El lehendakari, Iñigo Urkullu, cree que si algo ha demostrado esta crisis es que es necesario enfrentar de una vez por todas la transición energética. Afirma que es obligado dar este paso para mantener la competitividad del tejido empresarial vasco, pero destaca que esta transición puede ser una oportunidad de negocio.

El lehendakari considera que no se puede dejar pasar esta oportunidad y durante el acto de clausura de la Asamblea General de SEA ha reiterado que el tejido productivo vasco debe adaptarse a las nuevas necesidades energéticas. Un esfuerzo que debe hacerse en común entre instituciones públicas, y entidades privadas.

Urkullu ha puesto como ejemplo de esa innovación algunos proyectos como el centro de Ciberseguridad, la fábrica de baterías Basque Volt, o el plan de inversión anunciado por Mercedes para su planta alavesa.

Reunión con el CEO de Mercedes Benz

En este contexto, el lehendakari ha asegurado que el próximo mes se reunirá en Stuttgart con el CEO de Mercedes Benz , Ola Källenius, para trasladarle el "compromiso de las instituciones vascas para seguir colaborando en el futuro del sector de la automoción vasca".

Urkullu destaca la gran importancia estratégica que este proyecto tiene para Euskadi, y para la transformación de la industria del automóvil y la "consolidación de la planta de Gasteiz como una de las más importantes del mundo".

"Estamos ante una oportunidad para las y los 5.000 trabajadores directos y 30.000 indirectos de Mercedes; para garantizar el futuro de más de 600 empresas proveedoras de componentes con que contamos en Araba y Euskadi", ha añadido.

Difícil situación económica

El líder vasco ha reconocido las dificultades a las que está teniendo que hacer frente la economía y el tejido industrial vasco. La recuperación económica tras la pandemia se ha visto frenada por la guerra en Ucrania, que ha provocado un aumento de los precios de la energía y que se alcancen unas cifras de inflación nunca vistas, a lo que se ha sumado el lastre de la falta de componentes que ya soportaba la industria.

Urkullu ha destacado que ahora a este panorama, se suma la decisión de Argelia de congelar el mercado comercial con el Estado ante lo que el lehendakari ha pedido prudencia y aprovechar las oportunidades.

"Seguimos con atención diaria la evolución global afectada por la sensibilidad a los precios de la energía, antes de ayer Argelia dejaba sin efecto el tratado de amistad. Seguimos el impacto de la inflación y si hay riesgo de estanflación. La revisión constante de las previsiones de crecimiento en nuestro entorno. El aumento de los tipos de interés. Todo es complejo. Es necesaria la prudencia y también la valentía para aprovechar las oportunidades", ha destacado Urkullu.

Apuesta por el gas

En un acto previo el lehendakari ha asegurado que Euskadi está comprometida con el desarrollo sostenible, y que el contexto actual ha hecho evidente la necesidad de avanzar hacia otro modelo energético. Y en este contexto Urkullu ha abogado por el hidrógeno como forma de fomentar la descarbonización y además como una posibilidad de crear negocio.

"La creación de un ecosistema del hidrógeno es una inversión de primer orden en Euskadi. Nos va a permitir avanzar en la descarbonización de los sectores de la energía, industria, servicios y movilidad", ha señalado.

Además, según ha explicado el lehendakari, el hidrógeno "abre la puerta a nuevas oportunidades en el ámbito de la industria y la tecnología".