La sexta emisión del bono sostenible de Euskadi lanzada este miércoles por el Gobierno vasco por un valor de 500 millones de euros ha recibido solicitudes por casi el triple de esa cantidad, concretamente por 1.453 millones de euros. Las entidades financieras que han demandado estos fondos son Norbolsa, Santander, Caixabank, HSBC y Crédit Agricole. Según ha informado el Departamento de Economía y Hacienda, esta operación muestra "el sólido respaldo de los inversores, con un cupón fijo del 1,875 % a 11 años".

El 69 % se ha colocado en inversores internacionales, en primer lugar en Alemania, seguido de Francia, Holanda, Austria y Gran Bretaña, mientras que un 16 % ha ido para inversores estatales y un 15 % para vascos. El Gobierno vasco ha destacado que continúa con el "firme propósito de desempeñar un papel importante en el desarrollo del mercado de bonos sostenibles y promover la financiación responsable y eficiente para abordar los desafíos medioambientales, económicos y sociales de Euskadi".

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha anunciado que espera que en 2023 se pueda explorar la incorporación de otros mercados, fundamentalmente el asiático. Esta nueva emisión de bonos sostenibles es la sexta de un proceso iniciado en mayo de 2018. En esa ocasión el Gobierno vasco fue la primera institución vasca en lanzar una emisión de deuda sostenible, por valor de 500 millones de euros, con una demanda que también triplicó la oferta y el 65 % fue para inversores internacionales.

En 2019 la emisión fue de 600 millones con una demanda cuatro veces superior a la oferta y en la correspondiente a marzo de 2020, de 500 millones, se multiplicó por siete la oferta. Ese mismo año, en noviembre, se emitió un nuevo bono sostenible por valor de 600 millones y en 2021 de 1.000 millones, lo que "permitió reforzar la sólida situación financiera del Gobierno vasco y garantizar los recursos de cara a hacer frente a la excepcional situación generada por la covid-19", ha destacado el Departamento que dirige Azpiazu.

El consejero ha explicado que los bonos sostenibles son la herramienta "más adecuada" para financiar la deuda del Gobierno vasco y ha recordado que las agencias de calificación otorgan a Euskadi notas dos puntos por encima de la del Estado.