El precio de la electricidad en el mercado mayorista (pool) se sitúa hoy en 251,87 euros el megavatio hora (euros/MWh), lo que supone un aumento de más del 10% respecto al valor fijado para ayer domingo. Según los datos del OMIE, el precio máximo se registrará entre las 21.00 y las 22.00, cuando será de 298,06 euros/MWh, mientras que el mínimo alcanzará 172,65 euros/MWh entre las 2.00 y las 3.00.

Tras esta nueva subida, la tercera consecutiva, el precio de la luz multiplicará por nueve el importe registrado hace justo un año, cuando se pagaba a 27,74 euros/MWh, y sigue siendo un 23% superior que cuando comenzó la guerra, el pasado 24 de febrero. Sin embargo, el precio para hoy se situará un 54% por debajo del precio récord de 544,98 euros/MWh registrado el pasado 8 de marzo.

En lo que va de mes el precio medio de la electricidad alcanza los 232,5 euros/MWh, 50 euros por debajo de la media registrada durante marzo (283,3 euros/MWh), el más caro de la historia hasta la fecha, y duplica el precio de 2021, que se coronó como el año más costoso de la serie histórica. Los precios del mercado mayorista repercuten directamente en la tarifa regulada o PVPC, a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores en España, y sirven de referencia para los otros 17 millones que contratan su suministro en el mercado libre.

En este sentido, el conflicto militar entre Rusia y Ucrania está provocando tensiones en el mercado de la energía, especialmente en el caso del gas, debido al riesgo de que las importaciones rusas hacia Europa se vean frenadas por las sanciones impuestas por la Unión Europea.

El Gobierno ha aprobado un plan estatal de respuesta ante las consecuencias económicas y sociales de la invasión rusa de Ucrania que incluye la prórroga de la rebaja fiscal sobre los impuestos que gravan el recibo de la luz hasta el próximo 30 de junio, y la ampliación del bono social eléctrico hasta alcanzar los 1,9 millones de hogares beneficiarios.

Además, el Consejo Europeo reconoció recientemente la dificultad de España y Portugal para hacer frente a los elevados precios de la energía, lo que permitirá a ambos países fijar un precio máximo al gas que se utiliza para generar electricidad.