La Oferta Pública de Empleo (OPE) convocada por Renfe para este año está despertando un gran efecto llamada entre los maquinistas del ámbito privado y, con ello, creando importantes contratiempos a las empresas del sector de transporte de mercancías. Muchos profesionales están dejando su puesto en las últimas semanas para optar a una plaza en el sector público obligando a los operadores ferroviarios a formar contrarreloj a nuevos maquinistas para poder atender todos los servicios.

Fuentes del sector trasladan a este periódico su preocupación por la fuga de profesionales que se está produciendo este mes de febrero, que está obligando a hacer encaje de bolillos para poder sacar adelante todas las rutas comprometidas. Sobre todo crea malestar la imposibilidad de competir en cuanto a condiciones laborales desde el sector privado con un gigante alimentado por el Estado como es Renfe.

En el Puerto de Bilbao, principal nodo de transporte de mercancías de Euskadi, hace días que se sigue de cerca la evolución de la situación, aunque por ahora se traslada que no se están produciendo cancelaciones de servicios y, de momento, se está pudiendo mantener la actividad con normalidad.

El transporte ferroviario supone en torno a una cuarta parte del tráfico total de mercancías que pasan por las instalaciones del puerto bilbaino, con volúmenes al alza de la mano de inversiones como la realizada recientemente para conectar la capital vizcaina con la plataforma logística Arasur, en el municipio alavés de Ribavellosa. La apuesta por el ferrocarril permite ahorrar desplazamientos de camiones y conecta con los objetivos europeos de descarbonización para frenar el calentamiento global.

puestos atractivos

La OPE de Renfe ronda el millar de plazas, de las que 600 son de maquinista. Para acceder a estas últimas tienen hecho mucho recorrido quienes ya cuentan con el carné para poder ejercer la profesión, y tanto las condiciones laborales como la estabilidad de una empresa pública generan atractivo entre los trabajadores del sector privado. Por otro lado hay un plazo bastante comprimido para poder acceder a la oposición, en concreto desde mediados de este mes de febrero hasta el próximo 2 de marzo, y eso ha contribuido a generar una avalancha de salidas en las principales operadoras privadas.

En el caso de las compañías privadas más grandes es algo más viable tapar huecos en poco tiempo, de hecho algunas cuentan con su propio sistema de formación (sacarse el carné de maquinista cuesta en torno a 20.000 euros), pero las firmas más pequeñas afirman sufrir verdaderos quebraderos de cabeza para poder atender sus compromisos. Algunas incluso han llegado a perder a cerca de la mitad de su plantilla en Bilbao a causa de esta oferta pública de empleo de Renfe, complicando enormemente la gestión de los turnos y los calendarios.

La principal empresa privada que trabaja en el Puerto de Bilbao es Continental Rail, encargada del traslado de contenedores, un segmento que podría cobrar una nueva dimensión en la capital vizcaina si fructifica alguno de los proyectos para construir una segunda terminal en los terrenos ganados al mar tras las últimas actuaciones en la instalación portuaria (ahora la única terminal está en manos de la china Cosco). En Bilbao también trabajan otras compañías ferroviarias como Captrain, que mueve bobinas, o Tramesa, cargas líquidas.

Además de Arasur, Bilbao cuenta con conexiones ferroviarias, entre otras, con Jundiz, Noain, Pancorbo, Barcelona, Sevilla o Zaragoza. El año pasado el puerto bilbaino registró un movimiento, entre entradas y salidas, de 4.360 trenes, un 15% más que en el ejercicio anterior.

ope de renfe

1.000

Renfe ha sacado una Oferta Pública de Empleo (OPE) de mil plazas, de las que 600 corresponden a maquinistas. 430 corresponden al ámbito estatal, mientras que el resto se reparten en zonas geográficas entre las que están Miranda de Ebro o Irun.Plazo y requisitos. Los candidatos tienen hasta el 3 de marzo para realizar los trámites de la convocatoria. Se pide entre los requisitos contar con el carné de maquinista, que requiere una formación con un coste de cerca de 20.000 euros. Además deben superar pruebas psicotécnicas, de conducción y reglamentación. El sueldo en la operadora pública llega a superar los 3.000 euros para los maquinistas que tienen consolidada su plaza.