Rolls Royce, Bain Capital y Gobiernos central y vasco han fijado como fecha el lunes 27 de septiembre para cerrar un acuerdo "satisfactorio para todos" sobre la venta de Industria de Turbo Propulsores (ITP), en un proceso que se está llevando con absoluta discreción y que está siendo complejo.

"El 27 de septiembre es la fecha que se han puesto las tres partes que están sobre la mesa -los gobiernos, Rolls-Royce y Bain Capital- para cerrar un acuerdo satisfactorio para todos", han desvelado a Efe fuentes de la negociación.

Ninguna de las partes ha querido entrar en detalles sobre las negociaciones para esta operación de venta de ITP Aero -referente mundial en el mercado de motores aeronáuticos e industriales- ya que se está llevando con estricta confidencialidad y el proceso es complejo.

Rolls-Royce, que negocia desde primeros de agosto con el fondo estadounidense Bain Capital la venta del fabricante turbopropulsores, espera que el proceso de venta se cierre lo antes posible en beneficio tanto de ITP como de los trabajadores, según informan fuentes de Rolls-Royce a la agencia Efe.

Las fuentes, sin querer entrar en detalles, han explicado que quieren que el nuevo comprador haga de ITP una empresa más fuerte.

Rolls-Royce se había fijado en principio hasta febrero de 2022 como plazo para la venta de ITP, de la que posee el 100 por ciento de la capital.Desde Bain Capital, que están inmersos en las negociaciones para encontrar un socio industrial, no han querido hacer comentarios sobre el tema.

perfil vasco

Entre los posibles socios para la operación con Bain, se especulan varias empresas vascas, entre ellas Sener, desde donde a día de hoy no quieren hacer comentarios al respecto, pero desde donde a primeros de agosto afirmaron en un comunicado que estaban "en conversaciones con distintos actores con vistas a un potencial análisis de la operación desde una perspectiva industrial".

Por entonces, la compañía afirmó que no había firmado ningún acuerdo para la adquisición de ITP Aero con Bain, ni con ningún otro de los actores interesados en la operación de compra de ITP Aero. Desde Sidenor, que en julio reconocieron que habían mantenido conversaciones para la compra de ITP, aunque sin tratarse de una negociación formal, han afirmado que están como entonces. Una de las empresas que sopesó inicialmente comprar ITP Aero fue Indra, aunque a día de hoy no está en esta operación, según fuentes de la compañía.

Desde el Gobierno central, no han hecho comentarios al respecto, si bien la ministra de Industria, Reyes Maroto, afirmó en su día que ITP está "en un sector especialmente importante como es la Defensa" y que el Gobierno intentará "mantener la capacidad de decisión en España y los puestos de trabajo".

Desde el Ejecutivo vasco, se plantearían entrar en la operación de compra, pero no como socio industrial de Bain. Su objetivo es que haya un proyecto industrial detrás de la compra, según han informado fuentes del Gobierno vasco. Desde el ejecutivo vasco se está trabajando en la operación, que es estrictamente confidencial.

Rolls Royce anunció en agosto al supervisor británico que había decidido iniciar un diálogo con Bain Capital "sobre la potencial venta de la empresa", por la que también había pujado el fondo Cinven y la española Aciturri.

Por entonces, Rolls-Royce subrayó que en ese momento no había certidumbre de que se alcanzara un acuerdo y se comprometió a informar del avance de las negociaciones en el momento "apropiado".

Entre las ofertas que se presentaron inicialmente para la compra de ITP, Rolls-Royce había preseleccionado dos, la de Cinven y la de Bain Capital, y sobre las que el Gobierno central tiene derecho de veto, teniendo en cuenta que se trata de una empresa estratégica para España, según varias fuentes de la negociación.

Las ofertas

Las dos ofertas elegidas por ITP cumplieron los requerimientos de precio -1.600 millones de euros- así como el de estar abiertas a que entre la participación empresarial española y la de presentar un plan industrial, según han explicado varias fuentes conocedoras de la operación. No obstante, Rolls-Royce se decantó por Bain. No se ha fijado un tope de porcentaje en el que las empresas deberían entrar en la operación.

La propuesta de Cinven pasaba por un consorcio con una participación española superior al 30% y en el que entrarían Arraigo Inversiones, sociedad de Inveready, con sede en Guipúzcoa, que participaría en el consorcio con un 12 % y Aciturri, con sede en Miranda de Ebro (Burgos), con un 20 %. De la de Bain, nada ha trascendido.

Sener, una de las empresas que podría entrar en la operación, fue una de las que fundó -junto a Rolls Royce- ITP en 1989. En 2016, vendió su participación en ITP Aero (53,1 %) por 720 millones de euros, según se publicó entonces.

Fundada en 1989 y con base en Zamudio, ITP Aero se ha consolidado como la empresa de motores aeronáuticos vizcaina. ITP Aero es la novena compañía de motores y componentes aeronáuticos del mundo. Presidida por el exiministro del PP Josep Piqué, ITP Aero tiene 4.300 empleados y facturó el pasado año 735 millones de euros. Sus ingresos suponen el 6 % de los de Rolls-Royce.

Precisamente, la multinacional británica ha vuelto a beneficios en el primer semestre de este año coincidiendo con la operación de venta de su filial vasca. En concreto, Rolls registró un beneficio de 393 millones de libras esterlinas (algo más de 461 millones de euros al cambio actual). Logró así dar la vuelta a la tendencia tras presentar unas pérdidas de algo más de 6.317 millones de euros en el mismo periodo de 2020, en los meses da mayor impacto de la pandemia del covid.

Por su parte, ITP Aero obtuvo un beneficio de 8,24 millones de euros después de lograr hasta el 30 de junio unos ingresos subyacentes de 373 millones de euros, según informó el conglomerado británico.

La firma británica ha destacado destacó el "buen comienzo de año con la mejora del flujo de caja y las ganancias de las operaciones continuas". Además, resaltó su "fuerte posición de liquidez", sin vencimientos antes de 2024.

Aún así, Rolls Royce ha finalizado la primera mitad del año con una deuda neta de 3.621,5 millones de euros, lo que representa multiplicar por dos los 1.800 millones de euros al cierre de diciembre de 2020. Esa situación financiera explica, entre otras cuestiones, el interés de la firma británica por encontrar un comprador para ITP y desprenderse de una compañía menor para el tamaño conjunto de todo el grupo.

De hecho, Rolls Royce está inmersa en un programa de desinversiones que supondrá la colocación en el mercado de 2.300 millones de euros. Un volumen en el que ITP supondría cerca de la mitad del capital. Además, entre otras medidas aprobadas, también ha acometido una reestructuración con la que espera lograr un ahorro por encima de 1.000 millones de libras esterlinas (1.175 millones de euros) durante este 2021.