El Gobierno vasco ha anunciado esta mediodía que propondrá al Ejecutivo español la creación de la figura de los PERTE autonómicos para facilitar la gestión y evitar la fragmentación en distintos ministerios de los proyectos que optan a los fondos europeos para la recuperación. Se trata en definitiva de garantizar que las iniciativas no se diluyen en un esquema en el que prime el perfil sectorial y que dispongan de un canal propio, que abarque todas las etapas, para facilitar su puesta en marcha.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha criticado en el Pleno de Control del Parlamento que el Gobierno central "no ha consensuado" con las comiunidades y propone un nuevo mecanismo para que no se vean "obligadas a trocear" sus proyectos. Azpiazu ha adelantado en el pleno del Parlamento que la segunda versión del Euskadi Next Generation, que se presentará en mayo, incluirá esta figura. "Planteamos aprovechar las fortalezas de la comunidades autónomas como palancas sobre las que sostener e impulsar la transformación" de sus economías, ha subrayado Azpiazu.

En el caso de Euskadi, según ha recordado el consejero, su estrategia de especialización inteligente RIS 3 se ha volvado en el el sector de la salud, las energías renovables y la industria inteligente. "Son ámbitos que nos permitirán competir globalmente" y que son el eje de los proyectos vascos, ha recordado.

Una lectura autonómica

Los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) son el mecanismo con el que el Gobierno español gestionará el dinero procedente de los fondos europeos para la salida de la crisis generada por la pandemia.

Lo que propone Euskadi es afinar esa estructura y hacer una lectura más cercana a la realidad de cada autonomía, de modo que sean los gobiernos más cercanos a las empresas los que hagan la labor de tracción de sus proyectos y sean las locomotoras que impulsen, mano a mano con las compañías, la economía hacia el escenario postcovid.