El Gobierno vasco ha lanzado este miércoles la quinta emisión de "bonos sostenibles" por un valor de 1.000 millones de euros a once años, la mayor hasta ahora por su cuantía, y la demanda ha triplicado a la oferta.

Estos "bonos sostenibles", destinados a captar fondos para financiar proyectos verdes y sociales, permitirán según ha destacado el Ejecutivo vasco afianzar su situación financiera y garantizar sus recursos para hacer frente a la situación generada por la covid-19.

La demanda ha superado en tres veces la oferta y las entidades financieras que han participado en esta emisión son Norbolsa, Kutxabank, Santander, Caixabank, HSBC y Deutsche Bank.

Esta operación, según el departamento vasco de Economía, "muestra el sólido respaldo de los inversores", y tendrá un cupón fijo del 0,45% a 11 años.

El 30% de los inversores que han adquirido estos bonos son estatales y un 70% internacionales, con Francia como primer país inversor, seguido de Italia, Alemania, Portugal y Gran Bretaña.

El Gobierno vasco confirma así su apuesta por el mercado de bonos sostenibles y por "promover la financiación responsable y eficiente para abordar los desafíos medioambientales, económicos y sociales de Euskadi", explica el Departamento de Pedro Azpiazu.

Esta nueva emisión es la quinta de un proceso iniciado en mayo de 2018, cuando se lanzó una emisión de deuda sostenible por valor de 500 millones de euros y se logró una demanda que también triplicó la oferta, por parte de 13 países.

En 2019 se colocaron 600 millones con una demanda cuatro veces superior a la oferta. En marzo de 2020 se lanzó una emisión de 500 millones y la demanda multiplicó por siete la oferta.

En abril de 2020 se realizó una emisión sostenible privada de 50 millones y en noviembre del pasado año se lanzó el cuarto "bono sostenible" de 600 millones, con 120 inversores de 16 países. Con esta quinta emisión, el importe global de todas ellas asciende a 3.200 millones de euros.