El País Vasco contará a finales del próximo año con al menos una fábrica de electrolizadores tras la firma de un acuerdo para desarrollar la iniciativa entre Petronor, la compañía energética controlada por el grupo Repsol, y la prestigiosa ingeniería vasca Sener. El proyecto industrial conllevará una inversión de unos 120 millones de euros, supondrá la generación de unos 60 empleos, en su primera fase, y estará situado en el territorio de Bizkaia, probablemente en Portugalete.

Esta planta es clave para poner en marcha la producción del hidrógeno verde en Euskadi. Como se recordará este H2 es considerado el combustible del futuro como parte de la solución para ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en muchas industrias, incluidas las químicas y las del refino de petróleo como Petronor.

Un electrolizador es un dispositivo utilizado para separar las moléculas de oxígeno e hidrógeno contenidas en el agua.

Petronor y Sener, -cuyos máximos responsables Emiliano López Atxurra y Jorge Sendagorta Cudós, respectivamente firmaron el lunes el acuerdo en Muskiz-, pondrán en marcha a finales de 2022 la que esperan sea la primera fábrica de electrolizadores del Estado español.

La iniciativa empresarial se quiere acoger a las ayudas de los fondos europeos Next Generation pero como aseguró el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, esta iniciativa se hará con fondos comunitarios o sin ellos porque «este proyecto no es una improvisación ya llevamos desde 2019 trabajando en él, cuando no había pandemia ni fondos europeos. Y será una realidad».

Ambos socios quieren apoyar la creación de una industria en el Estado en torno a la generación de hidrógeno verde para conseguir los objetivos de descarbonización de Europa para 2050.

La futura planta se ubicará en Bizkaia. De cinco posibles emplazamientos estudiados en colaboración con la Spri, hay dos alternativas que cuentan con más posibilidades. Una de ellas es la de Portugalete, como adelantó Jorge Sendagorta, consejero delegado de Sener. En una primera fase, el proyecto generará hasta 60 empleos directos para llegar posteriormente al centenar de puestos de trabajo. La colaboración entre Petronor y Sener viene de antiguo pues la refinería vasca no sería la feliz realidad que es hoy sin el esfuerzo de Manuel y Enrique Sendagorta, en los años sesenta del siglo pasado. El citado Enrique Sendagorta Aramburu fue el primer presidente de Petronor.

La sociedad encargada de la puesta en marcha de la planta de electrolizadores todavía no tiene definida la composición accionarial definitiva pero sí el socio tecnológico que será la firma belga John Cockerill, una empresa valona de larga trayectoria industrial, sobre todo en la siderurgia. El proyecto está abierto a inversores de todos los sectores y de hecho, algunos grupos financieros de primer nivel ya han manifestado su interés, según señaló Emiliano López Atxurra.

Este es uno de los 34 proyectos incluidos en el denominado del Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), una iniciativa público-privada impulsada por Petronor para consolidar en Euskadi una industria relacionada con esta generación de energía. La futura planta suministrará en un principio a Petronor para luego producir electrolizadores para clientes de todo el mundo.

El primero, de 2 Mw

El primer electrolizador de la futura planta tendrá una capacidad unitaria de 2 MW y servirán para cubrir la demanda de energía del Parque Tecnológico de Abanto (Bizkaia), que está en construcción y asimismo centrado en el hidrógeno verde.

El segundo electrolizador, de 10 MW, entrará en actividad en 2024 para suministrar hidrógeno verde a la planta de combustibles sintéticos de Repsol, Enagas y EVE en el Puerto de Bilbao. En el horizonte de 2025-2025, si la normativa y la regulación ha acompañado el desarrollo del hidrógeno verde, llegará un gran salto tecnológico con un electrolizador de hasta 100 Mw para abordar la descarbonización de la refinería de Petronor y responder a la demanda de hidrógeno verde de otros proyectos del BH2C.

El hidrógeno vasco

Como se recordará la iniciativa del Corredor Vasco del Hidrógeno contempla movilizar inversiones por unos 1.300 millones de euros hasta 2026 y generará 1.340 empleos directos y 6.700 indirectos, más de 8.000 puestos de trabajo que serán claves para la recuperación económica de País Vasco. Además, se producirán 20.000 toneladas de hidrógeno anuales, que supondrán una reducción de 1,5 millones toneladas-año de CO2.