Un juez ha hecho descarrilar la estrategia del consejo de administración del Igualatorio y del sector de accionistas que quiere liberalizar la venta de participaciones. Habrá juicio y se analizará la legalidad del blindaje anti-OPA de la compañía, un cortafuegos que garantiza que los médicos retirados cobren la pensión privada cosechada durante los años que prestan sus servicios en la compañía.

¿Tiene la sensación de haber salvado un 'match ball' con la decisión del juez de mantener el blindaje hasta verificar su legalidad?

—Son tiempos complicados y la decisión del juez es buena para los que defendemos los derechos del Montepío y queremos que la compañía siga aportando dinero para la EPSV de los médicos y los trabajadores. El Montepío quiere llegar a un acuerdo para mantener el fondo de pensiones y a veces parece que el consejo quiere pasar por encima. Le hemos pedido varias reuniones a la presidenta del IMQ y cuando hemos cerrado una fecha, luego no se ha celebrado el encuentro por una cosa u otra. Es triste que no podamos llegar a un acuerdo entre médicos, no sabemos porqué la presidenta tiene miedo a reunirse con nosotros.

Visto desde fuera no tiene sentido que haya accionistas del IMQ que, de alguna forma, dejen a un lado el fondo de pensiones.

—No todos los accionistas de IMQ participan del Montepío. Además, hay algunos que ya han cobrado sus derechos, el dinero de su EPSV, y les da igual lo que ocurra con los derechos del resto.

Vayamos por partes, IMQ es una compañía con una estructura compleja, ¿cuál es el papel del Montepío en el esquema empresarial?

—Efectivamente, el IMQ tiene una estructura compleja que responde a su crecimiento durante casi un siglo de historia. En 1934, gracias al esfuerzo de varios médicos locales de la época, se funda como Asociación de Médicos para ofrecer asistencia médica por una cuota módica y a la vez proporcionar a los médicos un régimen de trabajo como profesional liberal. En 1954 esta asociación crea el Montepío como entidad de previsión social (hoy EPSV) teniendo a la Asociación de Médicos como socio protector.

Pero todo cambió en 2003.

—Sí, ese año, la Asociación tuvo que constituirse como Sociedad de Médicos transfiriendo de forma gratuita las acciones a los asociados. De esta Sociedad cabecera depende el grupo Igualmequisa S.A. propiedad en un 99,99% de la Sociedad de Médicos y en un 0,01% del Montepio. Igualmequisa S.A. es propietaria de 50 compañías (clínicas, residencias, prevención€) y entre ellas, IMQ Seguros, propiedad de los médicos en un 55%, y de Adeslas en un 45%. A partir de 2003, se incorporan al Montepio como socios protectores IMQ Seguros y otras sociedades del grupo.

¿A quién da cobertura el Montepío?

—Desde su constitución, los médicos, en su mayoría accionistas de IMQ Seguros, forman parte del Montepío. A ellos se sumarían más tarde los empleados de Igualmequisa S.A. Es decir, el Montepío defiende igualitariamente los intereses de médicos, empleados, las rentas de los pasivos y los derechos económicos de los activos. Por ello, el Montepío es más que una EPSV al uso, es nuestra EPSV, quizá la primera EPSV de aportación definida en Euskadi. Creo sinceramente que, hasta el momento, se han conseguido los objetivos del Montepío y esperemos que en el futuro nos permitan seguir haciéndolo igual e incluso mejorarlos.

El igualatorio avanza hacia un nuevo escenario debido a la apertura del proceso de venta de acciones a un tercero. ¿Está afectando al Montepío la pugna interna?

—La decisión sobre la venta por parte de la Sociedad de Médicos de IMQ Seguros a Adeslas corresponde a todos los accionistas, entre los que me encuentro, no al Montepío. Evidentemente puede afectar la pugna interna. Cuando los accionistas, dueños al 100% de IMQ Seguros también pertenecían al Montepío, el socio protector (IMQ Seguros) realizaba aportaciones anuales a favor del Montepío superiores al 50% de los beneficios. Cuando Adeslas adquirió el 45% de la empresa en 2009, con el precio de venta se pactó limitar la aportación al 1% de las primas netas. No es ilógico pensar que si Adeslas adquiere un porcentaje mayor quiera reducir e incluso eliminar las aportaciones. Es más, durante todo 2020, y coincidiendo con la negociación para la posible venta a Adeslas, IMQ Seguros, no ha hecho aportación alguna al Montepío, lo que va en detrimento económico de los asociados.

¿Por qué cree que se han suspendido las aportaciones?

—Podría considerarse una medida de presión. Los asociados estaban preocupados con el futuro de las aportaciones en caso de venta de IMQ Seguros a Adeslas. Como consecuencia de esto, a propuesta de algunos asociados, se aprobó en la Asamblea del Montepío (su órgano soberano) reconocer en estatutos el pacto de aportación del 1% de las primas de seguros (IMQ Seguros) y la reclamación del importe no aportado en años anteriores. La posición de IMQ Seguros ha sido la de exigir la revocación de estos acuerdos para realizar la aportación del 2020 (una cuantía inferior al 1%) y además han criticado que utilizamos un exceso de fondo mutual para incrementar la cuantía de las pensiones en 30 euros mensuales. Es un posicionamiento ilógico, puesto que los acuerdos fueron aprobados por una amplia mayoría, en la que había miembros del consejo. En el punto de reforma de Estatutos, solo hubo un voto en contra. Tememos que sea una actitud para favorecer los intereses del posible comprador y no del colectivo médico.

¿Qué supone que no se realicen las aportaciones?

—Institucionalmente supondría una ruptura con la historia y los fundamentos del IMQ S.A. Sería una dejación de las obligaciones del socio protector. Desde el punto de vista social, acarrearía un perjuicio para la imagen del IMQ hacia los más débiles, los pensionistas. Desde el punto de vista económico-fiscal, la falta de aportación en el 2020 ha ocasionado un perjuicio irreparable a todos los médicos en activo. Desde el punto de vista económico y gracias a una buena gestión, la situación financiera es excelente y no afectará a corto plazo la viabilidad del Montepío, pero si la situación persiste se podrían resentir los compromisos de pensiones con los accionistas.

¿Qué relación tienen con el actual equipo directivo de IMQ?

—Ninguna. La presidenta del IMQ, ha sido invitada a nuestros consejos, pero no ha acudido. He pedido por escrito una entrevista con la presidenta y he recibido la respuesta de su negativa a través de otras personas. Me gustaría que hubiera un cambio de actitud dando una oportunidad a un encuentro. Nos consta que es la opinión de solo un grupo del consejo la que ha prevalecido para no realizar la aportación y son ellos los que deberían asumir la responsabilidad de los perjuicios. Desde su fundación, IMQ y el Montepío siempre han actuado por consensos amplios y creo que así debería seguir. No es justo que unos pocos impongan sus decisiones en beneficio de sus intereses.

¿Cuál es el objetivo del blindaje anti-OPA del accionariado.

—El consejo, amenazado por la posible entrada de terceros, llevó a cabo en 2019 una reforma de estatutos como mecanismo para proteger que el IMQ siga en manos de los médicos. Ahora ese mismo consejo que negocia la venta de acciones a un tercero, se retracta. El conflicto responde al choque de muchos intereses distintos. Desde el Montepío, nuestro compromiso es con el colectivo de nuestros asociados, para que sus intereses no se vean perjudicados independientemente de las decisiones que adopte la Sociedad de Médicos.

"Hasta el momento se han conseguido los objetivos del Montepío y esperemos que nos permitan seguir haciéndolo y mejorándolo"

"No es ilógico pensar que si Adeslas adquiere un porcentaje mayor quiera reducir e incluso eliminar las aportaciones al Montepío"