L recién iniciado 2021 será el último año en el que el feliz poseedor de una o más pesetas podrá canjearlas por euros, la moneda actual de curso legal. Aunque la popular peseta, “la pela”, “la rubia”, dejó de tener validez en los intercambios comerciales hace 20 años con la plena introducción de la divisa comunitaria europea todavía tiene valor.

El Banco de España pondrá fin el próximo 30 de junio del presente 2021 al canje de las antiguas pesetas por euros, tal como recuerda en los carteles que ha colgado en las fachadas de las diferentes sedes en el Estado español, incluida en la de Bilbao, y así se pondrá punto final a la vida financiera de una moneda que quedará solo como objeto de coleccionistas.

No hay que olvidar que la peseta fue la moneda de curso legal en el Estado español y sus territorios coloniales desde su aprobación el 19 de octubre de 1868 hasta el 1 de enero de 1999, tras la introducción del euro. Durante un cierto espacio de tiempo siguió conviviendo con la moneda única europea. De hecho siguió circulando hasta el 31 de diciembre de 2001 con la consideración legal de «fracción no decimal de euro» y después, provisionalmente, hasta el 28 de febrero de 2002.

El 1 de enero de ese ya lejano año habían entrado en circulación las monedas y billetes de euro, con los que convivió durante dos meses. La cifra del canje ha quedado grabada a fuego en la memoria de los ciudadanos veteranos del Estado español: 1 euro equivale a 166,386 pesetas aunque las malas lenguas indicaron que para muchos consumidores un euro pasó a ser el equivalente a 100 pesetas viendo el redondeo al alza de los precios que se produjo en esa época.

Cualquiera podría pensar que los ciudadanos se han quedado solo con algunas monedas o billetes como recuerdo pero los informes del Banco de España señalan que todavía queda una pequeña o gran fortuna, según cómo se mire, de nada menos que 1.596 millones de euros en España pendiente de canjear en el banco.

Casi 1.600 millones de euros, en pesetas, sigue siendo una cifra importante y más en los tiempos que corren. Para hacerse una idea, con ese dinero se podría hacer frente a los presupuestos de los cinco clubs vascos de Primera División de fútbol, Athletic, Real, Osasuna, Eibar y Alavés, durante casi cinco temporadas.

Ante la reticencia u olvido de las pesetas en los domicilios particulares, el Gobierno español amplió seis meses más el periodo de cambio hasta el próximo 30 de junio de 2021 y esa es la fecha límite que tendrán para poder cambiar sus antiguas pesetas. En los últimos 12 meses los ciudadanos españoles han canjeado unos 2.000 millones de pesetas en billetes (12 millones de euros) y 500 millones de pesetas en monedas (3 millones de euros).

Desde el 1 de julio del ya pasado 2020, los ciudadanos tienen que acudir, sí o sí, al Banco de España si aún conservan la antigua divisa porque los bancos comerciales dejaron de canjearlas por euros. Y ahora sí, ya parece definitivo que el Banco de España dejará de cambiar pesetas a euros el 30 de junio de este año de 2021. Eso sí, todos los billetes de pesetas posteriores al fin de la guerra civil española en 1939 son canjeables pero las monedas solo serán admitidas si estaban en circulación el 1 de enero de 2002, ya que las anteriores fueron sustituibles hasta 1997.

Obviamente también se pueden cambiar todas las monedas de peseta que circulaban en el momento del lanzamiento de la moneda única europea, incluidas las de 2.000 pesetas y las monedas de colección, conmemorativas y especiales.

Con su definitiva desaparición, los más jóvenes, conocidos como millennials y generación Z, posiblemente dejarán de oír a los mayores frases tan célebres como “la pela es la pela”, “pesetero” o “nadie da duros (moneda de 5 pesetas) a cuatro pesetas”, o no.

El Banco de España considera que todavía hay unos 1.500 millones de euros en pesetas sin canjear por los ciudadanos