El Puerto de Bilbao, preparado para mantener la agilidad en las operaciones con el Reino Unido

El acuerdo entre la UE y Reino Unido ha llegado a escasos días del periodo transitorio, pero ello no ha alterado la actividad ni el día a día del Puerto de Bilbao -la principal puerta del comercio marítimo entre España y Reino Unido- ya que todos los agentes que intervienen en las exportaciones y/o importaciones están preparados hace más de un año para cualquier tipo de salida, y cuentan con un plan de contingencia que evaluaba cualquier posibilidad. “Hemos realizado los ajustes necesarios para que el Brexit no suponga una pérdida de competitividad”, apuntan desde la Autoridad Portuaria.

Desde el Puesto de Control fronterizo hasta sanidad exterior en general, el Soivre, los servicios aduaneros, las empresas de la comunidad portuaria o la propia Autoridad Portuaria se han ido testando para seguir dando el mejor servicio al que es, tradicionalmente, su mayor mercado.

“Todo será más complejo porque los trámites a seguir serán distintos y más largos, y ello llevará más tiempo al ser el país con el que movemos el mayor número de toneladas. El Brexit, sin duda, no es una buena noticia, pero es una oportunidad por esta colaboración entre cargadores, comunidad portuaria y administraciones. Llegamos con los deberes hechos”, afirma el presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Barkala.

A modo de ejemplo, Barkala apunta que “ahora, al ser un tercer país, habrá que hacer controles de calidad de importaciones de frutas y hortalizas, como lo son los procedentes de Estados Unidos o Ecuador. Esto llevará a que esa mercancía deba estar más tiempo en puerto, aunque se hayan implantado medidas para que sea el tiempo mínimo necesario”.

A favor del Puerto de Bilbao, además de la coordinación y preparación de todos las agentes con refuerzo de personal incluido, está que es un enclave especializado en transporte marítimo de corta distancia y cuenta con la infraestructura e infoestructura que permite desarrollar su competitividad en el Tráfico Marítimo de Corta Distancia y en concreto ahora con el nuevo estatus del Reino Unido. Para Barkala, “podemos, claramente, aprovechar las oportunidades de desvíos por posibles congestiones en el Canal y/o ineficacias del transporte terrestre”.

Para ello, se han analizado las distintas operativas en tráfico de contenedores, convencional, sólido y, con especial atención, al tráfico rodado, y se han tomado una serie de medidas como: la revisión de los procedimientos aduaneros y puesta en marcha de nuevos servicios de la plataforma electrónica; la ampliación de la Terminal del Ferry y rediseño de flujos operativos; la adaptación del tráfico en recinto portuario; el establecimiento de parking disuasorio y control pre-checking; la adaptación de los Organismos Públicos a los horarios de los buques; el refuerzo de RRHH en Organismos Públicos y Autoridad Portuaria; y la concienciación a todos los integrantes de la Cadena Logística.

PUERTO LÍDER CON REINO UNIDO

Bilbao es el puerto líder del sistema portuario español con una cuota del 27% del comercio marítimo de España con el Reino Unido. El siguiente puerto en el ranking tiene una cuota del 10%.

Si consideramos únicamente mercancía general, una de cada tres mercaderías que se comercian por mar entre España y Reino Unido salen o entran por el Puerto de Bilbao. Por ello, podemos afirmar que Bilbao es el puerto conexión.

El tráfico de mercancías con el Reino Unido representa para el Puerto de Bilbao el 10% de su tráfico total y el 25% del de contenedores. Se trata, de este modo, del primer mercado para este enclave. Para atenderlo, ofrece 11 servicios regulares a la semana con este país y conexión con 47 puertos británicos.

Cuenta, asimismo, con tráfico de pasajeros entre los dos países. En 2019, 118.000 pasajeros británicos viajaron a través del Puerto de Bilbao en ferry o en crucero.

Por otra parte, el Puerto de Bilbao dispone de instalaciones y servicios para operaciones con terceros países y es experto en la tramitación y en la operativa de estos tráficos, que representan el 67% del tráfico total. Es, por tanto, una realidad operativa habitual. Con el Reino Unido fuera de la UE, el tráfico con terceros países ascenderá al 77%.