La apuesta de los fabricantes por el coche eléctrico está haciendo que sus ventas en Euskal Herria crezcan de forma notable en porcentaje pero su número, en cifras absolutas, sigue siendo muy bajo. Y los datos no engañan. En lo que va de año, de enero a noviembre, se han vendido 1.027 automóviles eléctricos en la CAV y 277 en Nafarroa. En total, 1.304 nuevos vehículos a baterías circulan por las calles vascas, una cifra significativamente más alta que los 514 matriculados el pasado 2019 pues suponen un crecimiento del 173% en la CAV y un 100% de aumento en la Comunidad Foral navarra.

En el conjunto del Estado español, las cosas no van mucho mejor pues aunque las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 127% en noviembre hasta las 2.171 unidades, en el conjunto del año se han entregado 15.517 coches a baterías, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), lo que supone un 39,3% más que en el mismo periodo de 2019 y su cuota de mercado, en este último mes apenas alcanza al 2,3%.

El problema es que sin un apoyo decisivo de las administraciones públicas, las ventas del coche eléctrico no despegan como alternativa real a los automóviles con motor de combustión pues su elevado precio de compra, la relativamente pequeña autonomía y, sobre todo, la escasez de puntos de recarga, lastran su evolución en el mercado.

Un ejemplo a seguir para impulsar su implantación es el de Noruega, un país en el que en verano los coches enchufables alcanzaron una cuota de mercado del 65%. Para ello, los noruegos les han quitado el IVA, frente al 25% que pagan los de combustión. Tampoco pagan impuesto de circulación, ni aranceles de importación, y tienen una reducción mínima del 50% en los peajes de carretera, ferrys o zonas de aparcamiento regulado (OTA), descuento que puede aumentar dependiendo de la localidad, incluso permitiéndoles aparcar sin limitaciones de las OTA de turno. Además de seguir instalando más puntos de recarga.

contradicciones

En cambio, en Euskadi el mensaje de los grandes ayuntamientos está muy lejos de ser el noruego respecto a los automóviles. Sin apoyos especiales al eléctrico y con mensajes tipo, prohibición de diésel oprohibición de diésel ociudad a 30, el resultados es que el usuario, ya golpeado económicamente por la crisis del covid, aplaza sus compras, en detrimento de la primera industria vasca y de su mayor generadora de riqueza y empleo. Así las cosas, las matriculaciones de todo tipo de turismos en Euskadi han registrado en noviembre una caída interanual del 24%, mientras que en los once primeros meses del año en curso, el descenso de ventas ha sido del 26,4%.

En concreto, en noviembre se contabilizaron 2.463 turismos matriculados y en el acumulado hasta noviembre, se matricularon en la CAV un total de 26.779 vehículos lo que supone una caída del 26,4%.