EL modelo comercial de EROSKI impulsa un sector agroalimentario más sostenible y ampliamente diversificado, ya que sus establecimientos son plataformas abiertas para la comercialización de alimentos producidos en el entorno cercano de cada una de las tiendas. EROSKI ofrece al consumidor una propuesta especialista en alimentos frescos que, junto a la comercialización de alimentos de producción local, se han convertido en distintivo de sus tiendas. EROSKI trabaja en el País Vasco y Navarra con más de 450 pequeños productores locales a los que realiza unas compras anuales cercanas a los 245 millones de euros.

Por sus valores y cultura cooperativa, EROSKI siempre ha apostado por las economías locales, promocionando los productos de temporada de cada zona. La cooperativa mantiene el firme compromiso de hacer visible su calidad y contribuir a que los consumidores valoren estos productos como se merecen. El consumidor cada vez da más importancia a los alimentos procedentes de su entorno más cercano por su mayor sensibilidad con la sostenibilidad de los productos y de su entorno.

Entre sus proyectos de innovación en esta línea, EROSKI lidera un proyecto de cooperación con productores del País Vasco con el objetivo de mejorar la rentabilidad de las explotaciones hortícolas de Euskadi a través de la diversificación y el manejo sostenible de los nuevos cultivos. El plan está cofinanciado por el Gobierno Vasco y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y participan como socios el centro tecnológico NEIKER Tecnalia y diversas cooperativas de productores locales. Se trata de un proyecto que aborda la innovación desde distintas vertientes incorporando nuevas formas de organizar el trabajo, a través de formas colaborativas con proveedores y clientes, que dará lugar a nuevos medios de producción y servirá para introducir nuevos productos en el mercado

En una primera fase, la iniciativa ha seleccionado los cultivos de mayor interés comercial en el País Vasco; posteriormente se ha realizado un análisis de los suelos de los diferentes productores participantes, y se han buscado las semillas y variedades más adecuadas para las condiciones de estos cultivos. Actualmente se están realizando pruebas de campo, validando algunos productos y variedades, así como descartando otras. La iniciativa finaliza en 2020 cuando se habrán identificado las mejores variedades y formas de cultivo para producir puerro, cebolleta, brócoli, berenjena y escarola, según apuntan los responsables del proyecto en base a los resultados de los estudios efectuados durante 2019.