El Gobierno vasco ha revisado a la baja sus previsiones económicas para este año y estima una caída del PIB del 8,7% en 2020 frente a la previsión inicial de descenso del 3,6%, mientras que para 2021 espera un crecimiento del PIB del 6,7%. El Ejecutivo prevé que se perderán 68.000 empleos este año y en 2021 se recuperarán alrededor de 48.000, de manera que la tasa de paro se situará en el 13,7% este año y en el 12,2% en 2021.

Esta revisión del cuadro macroeconómico ha sido dada a conocer este martes en rueda de prensa por el consejero de Economía y Hacienda Pedro Azpiazu, que ha comparecido junto al viceconsejero de Economía, Finanzas y Presupuestos, Alberto Alberdi.

Azpiazu, que ha reconocido que es una de las comparecencias más difíciles de la legislatura, ha asegurado que el Gobierno es consciente de la "gravedad e intensidad" de la crisis económica actual, tanto "a nivel global, europeo, estatal y vasco", y la situación es "complicada".

En este sentido, el Gobierno ha revisado "sensiblemente a la baja" las previsiones anteriores realizadas el 4 de abril, en las que apuntaba a una caída del PIB del 3,6% y a la pérdida de 17.000 empleos. Esta revisión se ha realizado, según ha precisado Azpiazu, tras conocer la duración definitiva del estado de alarma, las restricciones ligadas al mismo y las limitaciones del proceso de desescalada hasta llegar "a la nueva normalidad", momento en el que "aún habrá actividades que tengan que mantener medidas que limiten su potencial".

EMPLEO

En este escenario, el Gobierno Vasco prevé para este año una caída del PIB del 8,7%, y un crecimiento del 6,7% para 2021, un aumento mayor que el previsto en abril (+2,6%). Esta previsión, según ha apuntado, tendrá una "elevada incidencia en el empleo".

En concreto, para 2020 se estima una caída del empleo del 7,0%, lo que supondrá unos 68.000 puestos de trabajo a tiempo completo perdidos. Sin embargo, el "fuerte incremento" de 2021 conseguirá recuperar del orden de 48.000 puestos de trabajo, con un crecimiento del 5,4%, una previsión mejor que la realizada en abril cuando se apuntaba a la creación de 15.000 empleos. Con esta evolución, la tasa de paro se situará en el 13,7% en 2020, "con una corrección muy significativa" en 2021 llegando al 12,2%.

Azpiazu ha explicado que en 2020 la demanda interna, que ha sido el "motor económico de los últimos años", será el que sufra el "mayor impacto" del coronavirus, con una caída estimada del 7,8% este año y no se espera que las tasas de variación sean positivas "hasta bien entrado 2021".

El consejero ha indicado que tanto el consumo como la inversión experimentarán "descensos muy significativos" este año y ha precisado que la formación bruta de capital se reducirá un 9,6% en media anual.

Azpiazu ha destacado que el gasto de las administraciones públicas aumentará "de forma significativa este año" por la necesidad de responder, "de forma eficaz", a la "amplia batería de colectivos que se ven perjudicados por la parálisis, y la puesta en marcha de los estabilizadores automáticos".

Asimismo, el consejero, que confía en que no haya una deflación, ha añadido que el consumo de las familias, por su parte, se reducirá del orden del 10,5% en media anual y una parte de esa demanda se perderá, pero otra se "satisfará en 2021".

Por otro lado, las exportaciones e importaciones descenderán "de forma muy importante" este año y el saldo exterior será negativo y restará algo menos de un punto al incremento del PIB, mientras que en 2021 se volverá a la posición "prácticamente neutra" de los últimos años.

Desde el punto de vista sectorial, Azpiazu ha precisado que todas las actividades principales registrarán reducciones "muy significativas" este año. El sector que menos caerá será el primario, con un descenso del 3,8%. Por su parte, los servicios serán los más perjudicados, con una pérdida del 9,0% de su valor añadido este año para recuperar casi un 7,0% el próximo. La industria reducirá su valor añadido un 7,8% en 2020, y crecerá un 6,4% el próximo. Por último, la construcción perderá un 5,4% de su actividad y crecerá un 4,6% en 2021.

CUENTAS PÚBLICAS

Azpiazu ha indicado que todo este escenario "impacta de lleno en las cuentas públicas" y estima para este año un descenso de la recaudación cercano al 18%, menor del contemplado en abril, que era de alrededor del 20%.

Como factor positivo, ha subrayado que Euskadi afronta la pandemia con los "deberes relativamente hechos" y es la comunidad menos endeudada de todo el Estado, con superávit desde 2017.

El consejero ha detallado que, a lo largo de abril, el Ejecutivo ha emitido el total de la deuda pública aprobada para 2020, casi 900 millones y ha habilitado líneas de crédito por otros 900. Además, ha empleado más de 300 millones de remanentes para afrontar la situación "con unos niveles de liquidez suficientes para garantizar la prestación de los servicios públicos tal y como estaban previstos".

Además, ha apuntado que existe la posibilidad de considerar el gasto sanitario derivado de la pandemia en el marco del Programa Operativo FEDER País Vasco, lo que representa un ingreso efectivo de 90 millones de los fondos estructurales.

FONDO EXTRAORDINARIO

Azpiazu ha manifestado que, aunque todo ello tiende a garantizar un equilibrio en las cuentas públicas, el "desplome" de los ingresos deberá ser "amortiguado con otras fuentes de financiación más", como la parte correspondiente a Euskadi del fondo extraordinario de 16.000 millones del Estado y, fundamentalmente, con un "incremento considerable" de la deuda pública vasca.

Tras indicar que estas cuestiones deberán ser acordadas en la próxima Comisión Mixta del Concierto Económico, ha asegurado que el Gobierno no tiene "ningún problema para endeudarse lo que sea necesario", dentro de sus posibilidades, para poder desarrollar las políticas públicas que contribuyan "a la mejor, más rápida y más justa salida de esta situación económica".

Azpiazu ha añadido que se está trabajando "intensamente" con el ministerio de Hacienda y ha destacado que la "discreción es un elemento clave" para que "una negociación sea positiva". También ha indicado que quedaría una vía de ajuste a través de los fondos provenientes del plan europeo Next Generation EU, que "maneja cifras importantes", por lo que "habrá que estar atentos" a los fondos europeos que puedan "recalar" en Euskadi".

Por su parte, el viceconsejero de Economía, Finanzas y Presupuestos, Alberto Alberdi, ha defendido una salida a esta crisis "diferente" a la de la última "gran recesión".

Según ha destacado, hay "una conciencia muy clara en el mundo" de que hay un riesgo "muy grande de estancamiento" y las políticas deben ser "audaces para asegurar la reactivación" y, en este sentido, cree que hay muestras de esa actitud en el BCE, la UE y la propia Comisión europea.

Alberdi, tras reclamar una aplicación "mucho más razonable" en los criterios de consolidación fiscal en los próximos años, en el caso de Euskadi ha destacado la puesta en marcha del programa extraordinario Covid19, con un gasto imputable, a día de hoy, de 1.415 millones, de los que 1.025 son la línea financiera.

El viceconsejero ha afirmado también que el Gobierno no se plantea "reducciones significativas" en el Presupuesto de 2020, "más allá de algunas medidas que han estado reorientadas a hacer reasignaciones de créditos en los departamentos" para financiar iniciativas vinculadas a la respuesta a la pandemia. "Creemos firmemente que la economía, la sociedad, las personas y las empresas precisan todo este apoyo del sector público y que esta estrategia presupuestaria es la que mejor sirve al objetivo de estabilización", ha añadido.