BILBAO - Ni la desaceleración económica ni el Brexit ni el coronavirus han frenado los planes de crecimiento. La fortaleza financiera del grupo liderado por Iñaki López Gandásegui le ha permitido comprar seis compañías en 17 meses. La joya del grupo, Aernnova, ha protagonizado dos operaciones internacionales con la compra a finales de marzo del año pasado de la ingeniería estadounidense Structural Integry Engineerign (SIE) y la división de estructuras aeronáuticas de General Electric en Reino Unido en octubre.

Si el fabricante de componentes de aviación nacido en 2006 tras la separación de los negocios de Gamesa ha mostrado un gran apetito inversor y no descarta realizar nuevas operaciones, la trayectoria del fondo Kaizaharra ha sido todavía más intensa. KCE entró en junio del año pasado con un tercio del capital en el accionariado de Azolgas, un fabricante vitoriano de resortes de gas nitrógeno utilizados en la estampación de sectores como la automoción y los electrodomésticos.

En noviembre adquirió el 10% Reig Jofre y se convirtió en el segundo accionista de esta compañía catalana especializada en productos farmacéuticos y nutricionales. Antes de estas operaciones, KCE también puso en marcha en mayo del año pasado una filial de energía renovable a través de la cual participa en la planta fotovoltaica de Arasur, en Erribera Beitia.

Algo más lejos en el tiempo, en agosto de 2018, Kaizaharra compró el grupo Intimus, con sede en Cornellá y que opera en el campo de la destrucción de documentos y los sistemas de seguridad y depósito de dinero. Todas estas operaciones se completan ahora con Tuboplast y suman varias decenas de millones en facturación y cientos de trabajadores.