BILBAO. La siniestralidad laboral en el País Vasco ha subido un 8,2 por ciento entre enero y noviembre del 2019 con respecto al mismo periodo del año pasado, aunque se trata de un repunte de los accidentes leves y han bajado los graves y los mortales, éstos de 35 a 28.

Los datos los ha recogido el Instituto Vasco de Seguridad y Salud laborales (Osalan), con el acumulado ya de enero a noviembre de este año.

La estadística refleja que este año, hasta noviembre, se han contabilizado en el País Vasco 34.182 accidentes nuevos de trabajo con baja, sumando los ocurridos durante la jornada laboral y en itinere.

El año pasado en los mismos once meses hubo 31.567 accidentes con baja, lo que refleja la citada subida del 8 por ciento.

La inmensa mayoría de los accidentes son leves -este año, 33.967-, lo que deja el resto en 187 graves y 28 mortales -24 en la jornada de trabajo y 4 en itinere-. El año pasado hubo en los mismos meses 199 graves y 35 mortales.

Por otra parte, Osalan también ha dado a conocer el índice de incidencia, que refleja el número de accidentes con baja por cada mil trabajadores: se ha situado este año en 32,52, casi tres puntos menos que el 35,26 de un año antes, lo que equivale a un descenso del 7,8 por ciento.

Los datos combinados revelan que ha habido un ascenso de la siniestralidad total, lo que coincide con el aumento global del empleo, con más gente trabajando, pero un descenso porcentual de los accidentes por cada mil operarios.

El descenso refleja la tendencia paulatina de este inicio de siglo a reducir la siniestralidad: a finales de 2001 ese índice ascendía a 76,36 accidentes por cada mil trabajadores.

EFE