Bilbao. Unas 2.000 personas arropan a los 141 trabajadores de Araluce, la fábrica de Igorre del grupo Batz, que están a punto de perder su puesto de trabajo. La factoría, dedicada a la fabricación de troqueles para automoción, va quemando las etapas en el concurso de acreedores y está cada vez más cerca del cierre.

La plantilla organizó ayer una manifestación en Igorre para reclamar a la dirección de la cooperativa Batz que se siente a negociar una salida pactada que evite el cierre de la fábrica.